Por estos días a la primavera le ha dado por ser verano.
Calor, calor intenso se siente no sólo por doquier, sino además en todas partes. Alguien le comentó a Babalucas, el tontaina del pueblo:
-Hace 42 grados a la sombra.
Sugirió el badulaque:
-Pos no te pongas en la sombra.
A vueltas y revueltas anda el clima, que no acaba de acomodarse al cambio climático. Antes las estaciones eran muy formales. En tiempo de frío hacía frío, y en tiempo de calor hacía calor. Ahora la temperatura tiene caprichos de mujer. Y, peor aún, tiene caprichos de hombre.
-En el verano ten preparada la cobija -dicen en el rancho del Potrero-. En el invierno tú sabrás.