VARIACIONES OPUS 33 SOBRE EL TEMA DE DON JUAN.
Los donjuanes nunca piensan que van a envejecer, pero de pronto un día se dan cuenta de que han envejecido y ya no son donjuanes.
En ellos se cumple, igual que en todos, la dolorida reflexión del antiguo poeta: "Las mañas y ligereza, / y la fuerza corporal / de juventud, / todo se torna graveza / cuando llega el arrabal / de senectud".
Don Juan no es ya quien fue, ni las damas que estuvieron en sus brazos son ya las mismas damas. Por eso el caballero sevillano huye de la realidad y se refugia en el recuerdo. Ahí todo vuelve a ser como era. Ellas son de nuevo ellas, y él es nuevamente él. Se sueña joven y gallardo, potente y sabidor; y las sueña ardientes y tiernas a un tiempo, voluptuosas y castas a la vez.
Es una fortuna haber sido un Don Juan. Es una desgracia ser ahora un juan cualquiera. En su sillón frailero, mientras se aleja la tarde y la noche se acerca, el envejecido seductor evoca a pesar suyo otros versos de las Coplas: "Cuán presto se va el placer. / Cómo después de acordado / da dolor. / Cómo a nuestro parecer / cualquiera tiempo pasado / fue mejor".