Unos dicen que lo negro es la ausencia de color… ¿o será más bien, de luz? Pues mientras se ponen de acuerdo yo me pongo a cavilar un poco sobre el negro y la gran cantidad de derivaciones y aplicaciones que tiene esta palabra.
En nuestra cultura, lo negro se asocia inevitablemente con la muerte. De hecho el luto es negro y las carrozas y los ataúdes son principalmente negros aunque modernamente ya se hacen de muchos colores, en algunos casos incluso hasta pareciera que les dio gusto a los deudos porque aquella persona haya “felpado”.
También asociamos lo negro con la oscuridad, con lo tenebroso, con lo desconocido, con las películas de misterio que nos hacen gritar hasta desgañitarnos. En una de esas películas es probable que haya misas negras o que se practique la magia negra, en las que hay ritos donde se convoca al demonio. ¡Uy, qué mello! Las aguas negras son las que llevan todo tipo de desechos y apestan horriblemente, mientras que las nubes negras y un negro futuro predicen un porvenir nada agradable.
En muchos países, y en algunos estados de la Unión Americana se discrimina a la gente que tiene la piel oscura —y que llamarlos “negros” se ha tornado ofensivo—, a quienes se les relega a realizar las tareas más rudas.
Hay obras de teatro de humor negro en las que se hace comicidad acerca de la muerte o de algunos otros temas que se consideran ofensivos —en la actualidad más que antes—, mientras que las cosas que se compran en “mercado negro” son aquellas que no acatan las reglas fiscales, con las que se trafica “por debajo del agua” es decir, ilegalmente.
Sin embargo unos profundos ojos negros son bellísimos y cuando alguien pretende descubrir algo que ya estaba más que descubierto se le dice “no creas que inventaste el hilo negro” mientras que el pan negro es muy saludable porque está hecho con harina integral.
Francisco Gabilondo Soler “Cri Cri” ve desde su alegre e infantil perspectiva casos como el de la Negrita cucurumbé que se fue a bañar al mar para ver si en las blancas olas, su carita podía blanquear y también tiene otras canciones como la del Negrito bailarín y el Negrito sandía que no paraba de decir groserías.
Hay personajes reales o ficticios que se relacionan directamente con este color como Toña la negra, el Negro José e Ignacio Ramírez “El nigromante”, un notable escritor mexicano que firmaba sus artículos con ese pseudónimo tomando en cuenta que la nigromancia la practican aquellos que hacen magia invocando a los muertos.
¡Qué cosa! Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios. [email protected] X: @donjuanrecaredo.
ME PREGUNTA Gloria Flores: La palabra sarape ¿se escribe así (con ‘s’) o debe escribirse con ‘z’?
LE RESPONDO: La palabra sarape está bien así como usted la escribe, con ‘s’ inicial. Muchas personas la escriben con ‘z’ pero es un error.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Como viento en una jaula, como agua en una criba, así es un consejo en los oídos de un necio.