Era un joven elegante, muy propio, caminando por las calles de Londres, hace muchos años, tantos que las calles de la capital inglesa todavía no estaban pavimentadas, y además tampoco había aceras. Llevaba puesta una capa roja, color sangre de toro, que se le veía divina.
Como en Londres llueve mucho, las calles estaban llenas de lodo y al apuesto joven le costaba mucho trabajo no pisarlo para no ensuciarse los zapatos que, igual que la capa, eran nuevecitos. Llegó frente a un enorme charco de agua fangosa y se detuvo. Voy a aprovechar que este joven se detuvo para recordarle que lodo y fango son prácticamente la misma cosa: agua con tierra, aunque fango le decimos generalmente cuando es un lodo muy pegajoso. Acá en el norte, al lodo le llamamos zoquete.
Bueno, volvemos ahora con el joven que se detuvo pensando cómo hacerle para pasar aquel enorme charco sin ensuciarse. Entonces vio que venía nada menos que la reina Isabel con todo su séquito y como el paso no estaba muy sequito, pues se iban a topar con el mismo problema.
El muchacho hizo "gala de su galanura" y sin pensarlo mucho tendió en el suelo su preciosa capa roja para que pasara la reina, y así lo hizo Isabel; caminó tranquilamente como si estuviera pisando sobre una alfombra roja. Pasó la reina y también el séquito, dejando la capa totalmente asquerosa.
Sin embargo, la reina no olvidó el gesto y luego investigó cómo se llamaba aquel galán y le dijeron que era Walter Raleigh. Entonces le mandó decir que se presentara en el palacio y lo nombró caballero, la más alta distinción a la que puede aspirar un inglés. Desde entonces al joven se le conoce como sir Walter Raleigh.
Walter Raleigh había sido marino, pirata, corsario, escritor y político. Además popularizó el uso del tabaco en Europa… ah, ya sabe usted dónde lo ha había visto. En varias ocasiones fue elegido miembro del Parlamento, pero como era algo calenturiento, sedujo a una de las damas de la corte y llegó incluso a disputar el amor de la reina Isabel.
En el reinado de Jacobo I -eso fue en 1603- fue acusado de participar en una conspiración contra el rey y estuvo encarcelado por doce años.
Durante su largo arresto, sir Walter Raleigh escribió una Historia del mundo, que fue muy apreciada por su fondo y por su forma. También dejó una serie de Obras diversas que fueron publicadas en Londres en 1751.
En la literatura clásica española Sir Walter Raleigh era conocido como Guantarral. Un verdadero caballero y admirable galán.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios. [email protected] X: @donjuanrecaredo.
ME PREGUNTA Ximena Salinas: ¿Cuál es la forma correcta: tráilers o tráileres?
LE RESPONDO: La palabra tráiler ya está incorporada al idioma español. La forma plural correcta es tráileres.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: El saber es la única propiedad que no puede perderse.