Han pasado los primeros seis meses de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. La violencia sigue estrujando al país, y de su suelo emergen cenizas y huesos de personas asesinadas por los criminales, y vueltos a asesinar por la mentira.
En Teuchitlán, Jalisco, no pasó nada; unos cuantos huesitos y nada más, unos cuantos reclutados -por voluntad o a la fuerza-, entrenados para salir a operar con un cártel.
"¡Una vil mentira!", me dijo Raúl Servín, integrante del colectivo "Guerreros Buscadores de Jalisco", quien está visiblemente afectado por las declaraciones del titular de la Fiscalía General de la República (FGR), institución a la cual los buscadores dieron su confianza ante la traición de las autoridades de Jalisco, ante la indolencia mostrada, incluso, por el actual gobernador, Pablo Lemus, quien se atrevió a decir que los restos encontrados en el rancho Izaguirre no eran humanos -lo cual es prácticamente afirmar que correspondían a animales-. Luego se retractó, porque él bien sabe que hay evidencia científica que refuta sus dichos, al igual que lo asegurado por Alejandro Gertz Manero, pues en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses hay registrados 17 lotes de huesos humanos calcinados y fragmentados. Cada lote es lo que se recaba en cada jornada. ¿Cómo llamarle a un lugar que escupe cenizas y huesos?
Las declaraciones de Alejandro Gertz Manero sorprendieron hasta a los propios empleados de la dependencia, quienes no daban crédito a lo dicho por el funcionario, pero sobre todo a la facilidad mostrada para contradecirse, para mentir con un rostro totalmente inexpresivo.
Pero las fosas hablarán. Si no hay un trabajo de manipulación que esté en proceso para cuadrar la versión de la Fiscalía, las fosas hablarán; porque debajo de la tierra está la verdad. Debajo de la tierra está el inframundo que conecta el rancho Izaguirre con el de La Vega, y a Teuchitlán con Tala, cuyos policías -de ambos municipios- son investigados por posible colusión con el crimen organizado.
Ahí debajo hay decenas de personas que fueron asesinadas por no aceptar trabajar bajo las órdenes criminales; por fallar, por tratar de escapar, pero también están ahí los asesinados de grupos rivales que eran entregados en ese rancho, que sería su último destino.
Los testigos presentados ante la FGR dijeron lo que vivieron: a los que iban por su propia voluntad, inmediatamente los uniformaban y los armaban, pero los que llegaron por la fuerza eran obligados a matarse entre ellos o a descuartizar cadáveres, cuya carne en ocasiones eran obligados a comer. Para realizar esta tarea profesionalmente, cada semana o cada quince días recibían entrenamiento médico especializado.
La respuesta de la Presidenta amortiguó un poco el daño que causaron los dardos lanzados por Alejandro Gertz Manero. En su conferencia de ayer, Sheinbaum dijo: "La Fiscalía es autónoma, yo conocí de la investigación, de los resultados igual que todos los mexicanos, por la comunicación que hizo ayer el doctor Gertz", y continuó: "Hay que escuchar a las madres buscadoras, y ver este tema en particular que están planteando: ¿por qué no se analizó, por qué está esta situación? Lo importante es la verdad siempre, que no haya nada que quede en la oscuridad como si se estuviera tapando algo, tiene que salir la verdad". Palabras que los integrantes del colectivo tomaron como una esperanza.
¿De qué están hechos los buscadores y las buscadoras?, me pregunto. ¿Y de qué más sino de sentimientos, de empatía, de corazón, de ganas y coraje? Alimentados por el deseo y el derecho de encontrar a su ser querido en un país lleno de impunidad y corrupción.
La realidad se tiene que mostrar, y ellos han decidido alzar la voz por todos nosotros. Ojalá los acompañemos siempre y que juntos nos ayudemos a encontrarnos.
@AzucenaU