La realidad que viven miles de personas que llegaron a Estados Unidos y los que pretenden ingresar, alentados por el sueño norteamericano de una vida mejor, reflejan la angustia de la incertidumbre, generando intranquilidad, desasosiego y pesimismo ya que no ha existido la mínima delicadeza en la aplicación de medidas complejas como entrada y residencia legal, concesión de visas, tratamiento de solicitantes de asilo, aplicación de la ley en materia migratoria y auto deportación. ¡cuántas familias tendrán que separarse al encontrarse en una encrucijada¡ en el fondo su pretensión de trabajar y apoyar a los suyos está fundamentada en el derrotero de su propia libertad en el respeto a su dignidad y en el derecho a ser parte de una contribución económica a una de las economías más desarrolladas del mundo, es preocupante los riesgos que sufren las caravanas de migrantes, su paso por sitios peligrosos, víctimas de traficantes y abandonados a su suerte sin recursos ni políticas públicas de protección.
Los sueños del hombre, sus horizontes, su búsqueda de identidad me permiten recurrir a una joya literaria: el discurso pronunciado por Pablo Neruda al recibir el Premio Nobel de Literatura, sus reflexiones, nos remiten en retrospectiva a esa búsqueda de luz al final del túnel. Un 12 de julio de 1904 en una población al sur de chile, en la franja meridional, nació Ricardo Eliézer Neftalí Reyes Basoalto creció en el yunque del dolor, en la dureza del paisaje, de esa tierra áspera donde la naturaleza impactante se vuelve un enigma, entre bosques y cañadas se moldeó el nombre que rodó por América: Pablo Neruda.
De esa etapa vierte su pensamiento al ser galardonado con uno de los premios más importantes de la literatura universal. Lo recuerda el Poeta y Activista en su ruta hacia la libertad "Nos Alejamos los Chilenos hasta tocar nuestros límites con el ´Polo Sur, nos parecemos a la Geografía de Suecia que roza con su cabeza el norte nevado del planeta".
"Tuve que atravesar los Andes, la frontera de Chile con Argentina, buscaba el derrotero de mi propia libertad, silencio verde, peligro, salvaje, desolación, aprendí la lección: no hay soledad inexpugnable cuando se emprende un camino, el hombre tiene el recurso de su trabajo en una sociedad llena de injusticias y a pesar de todo necesita respeto y dignidad, yo salí a buscar mi identidad como Poeta y a dar a conocer mis versos
En esta visión extraordinaria de respeto al ser humano Rimbaud refiere una apología, tocando la injusticia; Algún día al amanecer armados solo de una ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades que un día nos obligaron a salir. José Saramago otro genio del pensamiento contemporáneo afirmó con cierto tino, que en la sociedad y en la política las nuevas tecnologías y las nuevos poderes a partir del fenómeno de la globalización sacarían a la superficie tanto los ángeles como los demonios que llevamos dentro, nadie puede negar que la inteligencia artificial posee ya tendencias contradictorias y en la política sobre todo la de Estados Unidos parece conducida a la destrucción de aquello que fue un símbolo de esperanza y una puerta abierta para millones de emigrantes: el llegar a los Estados Unidos, trabajar y respetar las leyes del país, los que iban temporalmente remitir a sus familias el fruto de su trabajo, como en el caso de miles de mexicanos, ser parte de un sueño fue una oportunidad histórica para plantear en el nuevo milenio el respeto efectivo a los Derechos Humanos. Hoy ese sueño ese ideal se extinguen lentamente y dentro de poco sólo serán un referente, un concepto que se llevan los vientos de un nuevo liderazgo nada humanista y alejado de la justicia.