No importa si llueve o no llueve en la Comarca Lagunera la sequía ya asentó sus reales, nos hemos convertido en una región dónde la escasez de agua ya es propia o exclusiva de la región, esto es, ya es endémica.
Ya no importa si durante el invierno disminuye la demanda de agua, igual ya no se satisface porque las redes de distribución del agua están secas y se tiene que echar mano de camiones cisterna o pipas para distribuir el agua en las zonas de mayor sequedad. Suponemos que las pipas se recargan en pozos de lugares donde aún hay agua en el subsuelo. Pero estos pozos en el contexto actual de sobreexplotación del agua subterránea, pues también podrían secarse y entonces ya lo único que quedará disponible será las posibilidades que nos ofrezca el proyecto de agua saludable.
Lo planteo en términos de probabilidades porque la otra sequía, la hidrológica, ha puesto en jaque el proyecto ya que depende totalmente de que las presas capten agua, y esto no ocurrirá si no llueve.
La estrategia previa a Agua Saludable que el municipio de Torreón inició hace ya varios años, fue la de gestionar la oferta de agua a través de la perforación de más pozos; de esta manera, de acuerdo con los datos del mismo sistema operador, en 2024 se incorporaron 8 pozos nuevos al sistema de abasto urbano, y como era de esperarse una estrategia igual a la causa que nos tiene sin agua, entiéndase miles de pozos al servicio de los agronegocios, pues no funcionó
Ahora el organismo operador del agua en Torreón SIMAS ha hecho declaraciones en el sentido de continuar perforando más pozos sin mencionar los fracasos anteriores, antes bien buscan con desesperación a quien culpar, diciendo que existe una imposibilidad de perforar nuevos pozos debido a que la Sentencia #543 notificada, por cierto, en mayo de 2023, impedía la perforación de nuevos pozos.
Totalmente fuera de lugar dichas declaraciones, ya que, por un lado, la veda para el otorgamiento de nuevas concesiones en el acuífero, no deriva de la sentencia de la Suprema Corte de Justicia #543, sino de los decretos presidenciales de veda de 1958 y de los subsecuentes de 1965, de 1981 y de 2013, pero que, no obstante, la perforación de nuevos pozos se puede realizar
Para explotar el volumen autorizado por una concesión previo aviso y autorización de CONAGUA, por lo tanto, debe quedar claro que no es necesaria la emisión de una nueva concesión por cada pozo que se perfora.
Pero si el Sistema se quiere gastar el dinero de los contribuyentes en esfuerzos vanos que ya no deberían hacerse como la perforación de nuevos pozos en el oriente de la ciudad, pues es su decisión, equivocada, pero de su responsabilidad. Se sacará poca agua y de pésima calidad.
Existen otros temas que también son prioritarios y que deberían estarse atendiendo, me refiero a las fugas de agua de las arcaicas redes de conducción, por las cuales según datos oficiales se puede perder hasta el 52.15% del agua en flujo, lo cual se traduce en 42 millones de metros cúbicos de agua anual que no son consumidos por los usuarios en sus tomas.
Quizás llevando a cabo estudios casuísticos se encuentren puntos neurálgicos de fugas de agua y cuya recuperación podría resolver en algún sector la carencia del vital líquido.