Durante buena parte del siglo XX mexicano, la cuestión más grave que enfrentó el país fue lo que se llamaba el problema político. La razón: porque todos los demás problemas, se decía, derivan de él o en él concurren. La política en sentido estricto como la llave descompuesta que en muy buena medida provoca los demás problemas, pero que también es la puerta de entrada para resolverlos. Fue pues la política, durante décadas, no sólo una asignatura pendiente sino olvidada.
Apenas resulta creíble que así haya sido, después de una sangrienta revolución de principios de siglo, cuyo lema fundamental fue precisamente la exigencia de respeto al voto, es decir, sufragio efectivo. Y fue justo lo que menos vigencia tuvo.
Básicamente, el problema político consistió en la ausencia de reglas y de instituciones de corte democrático en la vida pública nacional, o su aplicación simulada o de plano su total falta de vigencia, empezando por la inexistencia de elecciones libres, organizadas y conducidas con imparcialidad. Hasta que llegó el momento en que tal situación se hizo insoportable.
Surgió así el proceso que llevó a la reforma política de 1977, promovido por Jesús Reyes Heroles, que estableció el sistema de representación proporcional para la integración del cuarenta por ciento de la Cámara de Diputados, así como leves avances en la integración de los órganos electorales, proceso que tuvo como antecedente la reforma de 1964 que instituyó el sistema de diputados de partido.
Después de las tormentosas elecciones presidenciales de 1988, aquellas en las que el sistema calló con el pretexto de que se cayó, vino la reforma electoral de 1989-90, y luego de los comicios del aciago año 1994 (el del levantamiento zapatista y los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu) vino la reforma de 1996, la que se llamó "definitiva" y que de alguna manera lo fue, pues sin ésta no habría sido posible que un año después la oposición alcanzara por primera vez en siete décadas mayoría en la Cámara de Diputados y en el 2000 la alternancia en la presidencia de la República.
Aunque gradual, la línea de estos procesos de reforma política fue siempre de ascenso, de avance en sentido democrático. Tan fue así, que los que ahora (de hecho hace varios años) iniciaron el proceso de regreso, jamás habrían llegado al poder por la vía democrática, para dinamitarla. Simularon ser demócratas para combatir a mansalva a los verdaderos demócratas. Es parte de su naturaleza.
La presidente de la República, Claudia Sheinbaum, acaba de publicar un decreto (difundido a través del Diario Oficial y toda la cosa) mediante el cual crea una Comisión Presidencial para la Reforma Electoral. La integración de ésta, francamente burocrática de la peor ralea, incluye a personajes impresentables como Arturo Zaldívar, Ernestina Godoy, Jesús Ramírez y otros de la misma catadura, cuyo conocimiento y dominio de la materia electoral todos desconocíamos. Además, su sola mención da idea de que se trata de gente refractaria al diálogo, a la discusión de ideas, a la exposición de argumentos y a la búsqueda de consensos. Su método de trabajo, como es bien sabido, es el manotazo.
Para colmo, en la mañanera del lunes, la señora Sheinbaum sin recato alguno dio pauta de lo que habrá de ser la reforma electoral regresiva cuyo proceso ha iniciado. Dijo que al pueblo no le gusta que a los partidos se les entreguen tantos recursos, que las elecciones cuesten tanto y que no quiere que haya tantos plurinominales.
De no generarse un sólido movimiento opositor, la reforma oficialista lo que pretende imponer es un sistema electoral y de partidos con un partido hegemónico de Estado, al estilo del PRI de los años 60 y 70.
De ocurrir eso, cuando esta tragedia termine, la izquierda será injustamente demonizada, porque cargará con la mancha de esta torva reforma electoral que ya se prepara. Los militantes de la verdadera izquierda son contrarios a ese engendro. Los que la apoyan son políticos procedentes mayoritariamente del PRI de los viejos tiempos, no de la izquierda que sufrirá una memorable e injusta derrota histórica.