El tercer juego de la primera ronda de playoffs, efectuado en el Estadio de la Revolución el pasado martes 12 contra Toros de Tijuana, resultó un gran encuentro. De esos que guarda para siempre la memoria del aficionado. Un choque de pelota, pues, memorable.
Juego en el que hubo de todo. Aparte del dramatismo que se mantuvo a lo largo de él, y en particular hacia su electrizante desenlace, el encuentro, ya de por sí importante por ser de postemporada, se fue a extrainnings (a once), fue de volteretas, registró grandes lances, tuvo jugadas sensacionales, de esas que frecuentemente hacen saltar de su asiento a los aficionados, o que los mantiene en tensión permanente; que además no estuvo exento de decisiones polémicas, en particular del ampayer de home, Ulises Domínguez, lo que provocó la inaceptable conducta antideportiva del pitcher cerrador de Unión Laguna, el cubano Yoan López, quien terminó expulsado del juego y posteriormente sujeto a severa sanción por parte de la Liga.
Por partida doble, el héroe de ese sensacional juego del martes pasado fue Nick Torres. Primero en la novena entrada, con un oportuno triple que bateó para empatar el juego a 3 carreras. Y luego en la undécima con tremendo cuadrangular, que significó la carrera número 4, para dejar tendidos o regados en el terreno a los integrantes de la novena de Tijuana, lo que ahora llaman walk off.
Por merecimientos propios, por su profesionalismo y pundonor, pero también por su carácter afable y sencillo, Nick Torres es un auténtico ídolo de la afición. De personajes como él necesita el Deporte Rey, igual que las demás disciplinas.
Pero no todo paró ahí. De casi idénticas características (dramatismo, emociones a raudales, nerviosismo extremo) resultó el quinto juego del playoff, el del jueves 14, tan similar que la pizarra final fue exactamente la misma: 4 carreras a 3, también favorable al Unión Laguna. Y el héroe también fue el mismo: Nick Torres, quien con 2 outs en el cierre del noveno episodio, bateó espectacular jonrón por todo el jardín derecho, para de nueva cuenta dejar tendidos a los Toros de Tijuana.
LEO RODRÍGUEZ El mismo martes 12 de agosto, fue develada la placa del gran Leo Rodríguez en el Paseo de las Estrellas, ubicado a un lado de la tienda del Club. Luego, en la séptima entrada del memorable juego de ese día, se anunció la colocación en la barda del jardin derecho de su número 9, que usó en la franela del Unión Laguna, y se encendió la caja luminosa que con su nombre y número quedó instalada en la parte superior de los palcos centrales del Estadio.
Leonardo “Leo” Rodríguez Briones nació el 1 de julio de 1929 en Tlahualilo, Durango. Debutó en 1949 con el Unión Laguna y esa misma temporada fue nombrado el Novato del Año de la LMB. Leo Rodríguez es uno de los más grandes peloteros mexicanos de todos los tiempos. En opinión de muchos es “el mejor antesalista de todas las épocas” nacido en nuestro país. Su promedio de bateo de por vida en LMB es un magnífico .315.
Como tercera base ostenta en la misma LMB el porcentaje global más alto de fildeo en esa posición, con .961 y fue, en diez de sus trece años en este circuito, el líder de fildeo en la antesala. De esa decena de años, cinco (de 1949 a 1953) fueron consecutivos, lo que ningún otro tercera base ha logrado, jugando precisamente para Unión Laguna.
Cuando fue electo en 1980 para formar parte del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, se dijo de él lo siguiente: “De estupendas manos, buen brazo y reacciones rápidas, su espectacular fildeo causó admiración y se ganó el reconocimiento de los espectadores durante trece años”.
En los actos de homenaje ese martes 12 a Leo Rodríguez Briones, en representación de la familia estuvo presente su nieto, Leonardo Rodríguez Pimienta, quien en la temporada regular de 2025 participó como coach de catchers del equipo Caliente de Durango.
SERIE DE ZONA Hoy miércoles en el Estadio de la Revolución se efectuará el primer juego de la serie de zona de los playoffs 2025. Charros de Jalisco frente a Algodoneros de Unión Laguna. El equipo de casa puede llegar muy lejos, con un buen diseño de su estrategia y el apoyo que siempre tiene de una afición que es conocedora y exigente. Pero también muy leal.