SIEMPRE SERÁ MEJOR ESTERILIZARLOS
En reiteradas ocasiones hemos hablado sobre las bondades de la esterilización, tanto en perros como en gatos. Siempre que se rescata un animalito de la calle se hace una gran labor, pero habremos hecho sólo el treinta por ciento de la ayuda que éste necesita; el otro treinta por ciento será esterilizarlo, y el cuarenta por ciento restante, conseguirle un dueño, es decir, darlo en adopción.
Me preguntan frecuentemente si les doy seguimiento a los perros y gatos que son adoptados, y de forma invariable respondo que creo que sólo al principio, pues es materialmente imposible que quien haga esa labor pueda hacerlo siempre.
Personalmente, creo que no a todos los perros les va a ir bien, por más que nos esmeremos en conseguirles un buen dueño. A veces el perro no se adapta a su nuevo entorno, o bien la persona o los familiares de quien lo adoptó no logran congeniar con el adoptado.
Es imposible predecir esto, y siempre les pedimos a las personas que hicieron el favor de adoptar a una mascota que, si por algún motivo no se adaptan a ella, la regresen sin ningún problema ni compromiso por haberlo hecho, ya que lo que queremos es que ese perro o gato no vuelva a la calle.
Pero, como nada en la vida es perfecto, prefiero atenerme a aquel refrán ruso que dice: "siempre piensa lo mejor, pero prepárate para lo peor". Es ahí donde aplican las ventajas de la esterilización, pues si por algún motivo no deseado, o ajeno a nuestro deseo y control, ese perro o gato que se dio de buena fe en adopción volviera a la calle, aun así estaría resuelto el cincuenta por ciento del problema inicial de cuando fue callejero, pues ya no tendrá descendencia, ya que fue previamente operado, y no habría más generaciones de perros o gatos sufriendo en la calle en situación de abandono y maltrato.
Y ahora, para terminar, una gota de filosofía: Si con todo lo que tienes no eres feliz… con todo lo que te falta, tampoco.