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La bomba

CARLOS CASTAÑÓN CUADROS

Dos inmensas explosiones cambiaron al mundo. En un instante luminoso y cegador, murieron alrededor de 110 mil personas, pero los efectos de las bombas a finales de año aumentaron la cifra hasta 210 mil almas. El daño fue inmenso. El 6 de agosto de 1945 a las ocho y cuarto de la mañana, la historia marcó un antes y un después en Hiroshima. Por si quedaban dudas, una segunda bomba fue arrojada tres días después, el 9 de agosto en la ciudad de Nagasaki. La destrucción rozó la totalidad. De manera brutal terminó la Segunda Guerra Mundial. Este mes se cumplieron 80 años de la aniquilación que realizó Estados Unidos por medio de una nueva y descomunal arma atómica. La carrera científica la lideró Estados Unidos a través del proyecto Manhattan, porque Alemania también tuvo su proyecto atómico. De manera temprana, el científico más famoso del siglo XX, Albert Einstein advirtió por medio de una carta al presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt en 1939. Si bien el afamado científico no participó directamente en desarrollar la bomba, sus contribuciones a la ciencia sirvieron de base para la intensa carrera atómica. Tras conocer los terribles efectos de la bomba en Japón, se convirtió en pacifista y advirtió sobre los peligros del porvenir. La revista Time lo bautizó en su portada como el padre de la bomba, lo cual lo atormentó el resto de sus días.

Se le atribuye a Einstein una frase apocalíptica: "No sé con qué armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial será luchada con palos y piedras".

Al desarrollo atómico se sumaron Rusia, Reino Unido, China, Francia, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte. Tan solo dos países, Estados Unidos y Rusia, concentran varios miles en su arsenal. 80 años después, la diplomacia se define entre los países que tienen la bomba y los que no. A lo largo de ocho décadas hubo momentos de gran tensión, aunque la moneda sigue en el aire. En la política, el ego estorba. Por lo mismo, tras largos días de tensión por la instalación de bases para misiles nucleares en Cuba, desencadenó la llamada crisis de los misiles entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Con gran nerviosismo de un lado y de otro, ya se esperaba una guerra nuclear. Por fortuna, no sucedió en 1962.

En otra ocasión, los sistemas electrónicos de alerta fallaron e indicaban el ataque de misiles intercontinentales lanzados por Estados Unidos contra Rusia. Sin embargo, pese a lo que indicó el sistema, el oficial a cargo, Stanislav Petrov, dudó y sudó. ¿Podemos confiar todo a la tecnología? Gracias a su prudencia, no reportó de inmediato la alarma a sus superiores, lo que quizá habría desencadenado una guerra nuclear en 1983.

En medio de varios conflictos internacionales, lo atómico vuelve a surgir. El pasado viernes 15 de agosto se reunieron frente a frente el presidente de Rusia, Vladimir Putin, por mucho el mejor ajedrecista en el concierto mundial de las naciones, con su homólogo estadounidense, Donald Trump. Con alfombra roja lo recibió en Anchorage, Alaska. Las sonrisas, el apretón de manos, las palmadas e incluso el gesto de admiración de Trump hacia Putin, y lo más significativo, sin el tercero en discordia, el comediante.

En la mesa pacta el club de la bomba; el resto no tiene relevancia. Uno impone sus condiciones, el otro anhela el Nobel de la Paz. Paradójicamente la bomba atómica se volvió el balance de la Guerra Fría y más allá.

Sin embargo, después de ocho décadas, impacta la narrativa de los "hibakusha"; en japonés, sobrevivientes de las bombas. Yasuaki Yamashita fue un sobreviviente que durante décadas padeció los estragos de la bomba en todos los sentidos. Un buen día decidió hablar en vez de callarse. Escuchemos su voz: "Comprendí que era una obligación de los sobrevivientes compartir esa tragedia, aunque resulte muy difícil y dolorosa. Los sobrevivientes consideramos que si dejáramos de hablar de lo que sucedió se puede repetir la historia en cualquier parte del mundo. Nosotros no queremos que nadie sufra como nosotros sufrimos".

Nos vemos @uncuadros

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