"El populismo ofrece a los autoritarios una base ideológica para volverse dictadores mientras pretenden que son demócratas".
Yuval Noah Harari, Nexus
La Secretaría de Relaciones Exteriores reaccionó con molestia. Dirigió una nota al secretario general de la Organización de Estados Americanos, Albert Ramdin de Surinam, expresando "su firme rechazo a algunas recomendaciones contenidas en el informe preliminar de los observadores enviados para la elección del poder judicial el pasado 1 de junio". Según el canciller Juan Ramón de la Fuente, "la Misión de Observación Electoral de la OEA rebasó el mandato de la misma e incurrió en acciones contrarias a los principios de la Carta de la Organización, en particular el artículo 3 (e) que señala: 'todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga'".
¿Quién fue el ultraderechista que encabezó esta injerencista misión de la OEA? Heraldo Muñoz, ministro de relaciones exteriores de Chile con la socialista Michelle Bachelet en 2014-2018 y ministro de gobierno del socialista Ricardo Lagos en 2002-2003. Pero la OEA siempre ha sido intervencionista y enemiga de México, ¿verdad? Sí, claro, como cuando condenó "enérgicamente la intrusión en las instalaciones de la embajada de México en el Ecuador y los actos de violencia ejercidos en contra de la integridad y la dignidad del personal diplomático de la misión".
Jorge Alcocer Villanueva, reconocido especialistas en temas electorales, comenta: "Las misiones de observación electoral, como la de la OEA, vienen a México a invitación del INE, no de la SRE. Corresponde al INE recibir, analizar y responder al informe de la misión de la OEA. Desde 1994, que vino a México la primera misión de asistencia electoral de la ONU, nunca el gobierno se pronunció sobre los informes rendidos por ese tipo de misiones". Podrá argumentarse que el doctor de la Fuente no tiene suficiente conocimiento de temas diplomáticos para saberlo, pero es claro que recibió instrucciones de la presidenta Sheinbaum, quien este 7 de junio dijo de la OEA: "No está dentro de sus funciones dar recomendaciones de cómo un país debe decidir su poder judicial".
La verdad, sin embargo, es que la misión de la OEA no ha intervenido en las decisiones del gobierno mexicano. El informe señala que "la ciudadanía y las instituciones mexicanas deberán evaluar si el modelo actual de selección de autoridades judiciales a través del voto popular, que no tiene precedentes a nivel mundial, contribuye a fortalecer los principios fundamentales de la administración de justicia; o si, por el contrario, acaba debilitando la transparencia, imparcialidad, eficacia e independencia del poder judicial". "Dicho lo anterior", añade, "la misión no recomienda que este modelo de selección de jueces se replique para otros países de la región".
Cualquier demócrata --socialista, centrista o conservador-- rechazará una reforma hecha para entregar el control del poder judicial al ejecutivo y a un partido hegemónico. Los cuestionamientos de dentro y fuera son inevitables. Este proceso lo ha realizado el régimen en parte con acciones legítimas, como el triunfo electoral de la presidenta Sheinbaum, pero también con trampas, como cambiar candidatos de Morena a los partidos satélite y luego de regreso para tener una mayoría artificial en el Congreso, cooptar al INE, negarse a nombrar magistrados para garantizar una mayoría promorenista en el Tribunal Electoral, o comprar votos en la legislatura, como el del senador Miguel Ángel Yunes Márquez. Al final, México avanza hacia un régimen autoritario.
¿INJERENCISMO?
La SRE se queja de la OEA, pero critica las acciones de EUA para detener a inmigrantes en Los Ángeles. Trump podría responder que su país toma las decisiones que quiera para imponer la ley estadounidense dentro de su país.