
INAH logra rescatar restos tras saqueo
Un nuevo saqueo arqueológico ocurrió en Coahuila, esta vez en un sitio no registrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y ubicado en el Área Natural Protegida del municipio de Ocampo, al norte de la entidad, en una zona de difícil acceso y a 22 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, informó ayer martes la propia institución federal.
Tras una denuncia ciudadana, Yuri de la Rosa, arqueólogo e investigador del INAH, y especialistas de la Asociación Coahuilense de Espeología, se apresuraron al lugar para realizar acciones de salvamento y resguardo. Así se descubrió una cueva vertical de tipo mortuorio, de 50 centímetros de ancho en su boca de entrada y de hasta 120 metros de profundidad en su grieta más honda.
Fue en esta cavidad, totalmente alterada por los saqueadores, que el INAH dio con una primera estancia a cuatro metros de profundidad, y luego con una sala funeraria ocho metros más abajo, de donde lograron rescatar restos óseos de 17 individuos (destaca un cráneo infantil con dentición temporal) y 15 fragmentos textiles, de al menos 500 años de antigüedad (segúnun primer análisis in situ realizado por la antropóloga Eva Zamarrón) y pertenecientes a culturas del desierto.
“Este sitio no lo conocíamos. En ese sentido, es un sitio que se agrega al catálogo de sitios del INAH. Por su puesto, para la investigación es información relevante el tipo de sitio, cómo se encuentra y todo, porque efectivamente es un sitio que no conocíamos […] Encontramos los restos óseos de las personas que estaban enterradas ahí, pero lamentablemente fue un contexto que ya estaba alterado y saqueado”.
En entrevista con El Siglo, Yuri de la Rosa, indicó que este rescate pudo ser posible gracias a la colaboración del Centro INAH Coahuila y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Los restos asegurados fueron trasladados al Museo Regional de La Laguna (MUREL), en Torreón, para su limpieza y estudios correspondientes.
“Dentro de esa colaboración, personal de la CONANP se percató de la cueva, de los saqueos, de que estaban entrando personas extrañas y que estaban sacando objetos. Personas de la comunidad hacen el reporte al Área Natural, quienes toman el caso de forma oficial, se realiza una inspección para ver de qué se trataba y nos vamos encontrando con esto”.
Entre los restos óseos de los 17 individuos (tanto masculinos como femeninos, jóvenes y adultos mayores), se rescataron 12 cráneos completos. Mientras que los 15 fragmentos de textiles, recuperados en la superficie de la cámara y dentro de grietas, pertenecen a cuatro tipos de petates elaborados en la época prehispánica.
Los objetos extraídos por los saqueadores podrían corresponder a bultos mortuorios, textiles como prendas con las que fueron vestidos los cuerpos, petates y cestos.
“Los fragmentos de textiles nos confirman que es una cueva arqueológica. Y los restos óseos dan cuenta de que es un sitio mortuorio donde debieron existir bultos similares a los de la cueva de la Candelaria”.
Las características de la cueva descubierta en el Área Natural Protegida de Ocampo son muy similares a la cueva de la Candelaria (municipio de San Pedro de las Colonias), la cual fue descubierta y explorada por investigadores entre 1953 y 1954, y cuyo patrimonio arqueológico propició la creación del MUREL en 1976.
“Efectivamente, es un contexto muy similar a la cueva de la Candelaria. Es un pequeño orificio en la superficie, donde se ingresa por un tiro vertical angosto y abajo se abre una cámara mortuoria grande. Además, posteriormente, la cueva tiene grietas muy profundas que llegan hasta los 120 metros en otro tiro vertical, donde ahí ya no había vestigios arqueológicos. En ese sentido, la cueva de la Candelaria, que después de las dos primeras cámaras se extiende a una cueva muy profunda y ya después no había vestigios”.
SAQUEOS, UNA PROBLEMÁTICA EN COAHUILA
Apenas en enero pasado, el propio INAH reportó la extracción ilegal de una pintura rupestre en la cueva Pinta, ubicada en el municipio de Cuatro Ciénegas. El caso causó gran revuelo e indignación a nivel nacional, y el propio instituto interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de la República, aunque hasta el momento no se ha encontrado a un culpable.
“La protección del patrimonio cultural es corresponsabilidad de todos. Ya hemos hablado varias veces de las características de los sitios en Coahuila y la imposibilidad de cuidarlos físicamente o bardeándolos, como puede suceder en las zonas arqueológicas con pirámides. No nos queda más que al educación y, en ese sentido, nosotros hemos hecho trabajo en varios municipios, trabajo se sensibilización y acerca del patrimonio”.
En Coahuila, el INAH tiene casi 500 sitios arqueológicos registrados, pero apenas se ha explorado el 10% de los 151 mil 571 kilómetros cuadrados de la entidad. A pesar del saqueo en Ocampo, los restos óseos y fragmentos de textiles encontrados servirán para extraer información relevante de las poblaciones cazadoras-recolectoras de la época prehispánica en Aridoamérica.