La palabra empoderado, en el diccionario aparece como: "hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido; dando autoridad, influencia o conocimiento para hacer algo".
El empoderamiento, proviene del inglés "empowerment" y lo hemos adoptado incluyéndolo en nuestro idioma español.
Es una palabra que define perfectamente lo sucedido con el arribo del poder por MORENA; lograron que el pueblo "bueno y sabio" votará por el cambio, mismo que no se dio en cuestiones de justicia social y economía.
Se quitaron la piel de oveja y ya empoderados, asumieron la autoridad para asentarse en ella e imponer reglas a modo.
La receta fue fácil: repartir dinero entre la mayor parte de los habitantes de la nación, quienes ciertamente ya estaban hartos de los abusos de los "nietos y choznos" de la Revolución; ellos, a su vez, heredaron los puestos de poder de sus padres y abuelos, para utilizarlos en provecho personal.
La Revolución Mexicana, la hizo el pueblo con la dirección e influencia de los "acomodados" inconformes con el porfiriato. Algunos, hasta entonces "plebeyos" y pobres, lograron subirse "al carro" y empoderarse.
Así, nacieron las grandes fortunas de familias postrevolucionarias, nuevos abusivos; además, se fortalecieron los ricos existentes, repitiéndose la historia: los pocos beneficiándose con el esfuerzo de los muchos, generando mayor injusticia social.
Los mexicanos lograron despertar y apoyando a la entonces llamada oposición -PAN-, lograron ubicarla en el poder público; ellos, relacionados con poderosos intereses económicos, buscaron el desarrollo nacional "sirviéndose primero con la cuchara grande".
La historia se repitió: ricos más ricos y pobres con mayor pobreza.
Continuó la repartición del botín, -PRI, de nuevo- confirmándose una élite que controlaba todas las actividades nacionales. Nuevamente la inequidad generó más descontento, aprovechado por aquellos que no alcanzaron "hueso".
Por otra parte, la familia de nuevos empoderados creció, resultando imposible repartirles -para el abuso- puestos a todos.
Algunos de esos meritorios, decepcionados, no llegaron a alcanzar el nivel de puesto y privilegio que creían merecer. ¡No había tanto a repartir!
Como resultado, reapareció la inconformidad popular, que les sirvió para enarbolar la bandera de un nuevo movimiento, prometiendo lo que sabían no iban a cumplir. Recuerde videos comprometedores.
Fue cosa de insistir y sumar por largos tres sexenios, dándose a conocer y pregonar nuevas ideas esperanzadoras, animándonos con la promesa del verdadero cambio: la llamaron "cuarta transformación".
La larga espera y experiencia política les ha había enseñado que tendrían que destruir, para luego construir un México a su modo y conveniencia; encontraron la fórmula del corto y mediano plazo: repartir dineros entre los mexicanos necesitados del rescate.
Primero los viejos, luego los menores, mujeres desprotegidas, desempleados sin estudio y, finalmente, los estudiantes y jóvenes menores a los 25 años. Todos recibieron dinero que, si bien solucionaba problemas individuales, agotaba los recursos del país.
Los nuevos cortesanos abusaron de la ignorancia y necesidad del pueblo, afianzándose para controlar el poder.
Fortalecidos, iniciaron el proceso de destrucción institucional que, al lograrlo, les dejaba la oportunidad de tomar decisiones sin resistencias o consultas de opositores. Los otros partidos, severamente golpeados por su corrupción, no tenían fortaleza para responder y/o recibían la advertencia de denunciar sus tropelías.
Los mexicanos comunes y corrientes quedamos solos.
Con el poder ejecutivo tomado, las instituciones destruidas o inhabilitadas, siguió consolidar el control total de las cámaras de diputados y senadores. Al lograrlo, pudieron establecer leyes, normas y principios a modo, incluya apoderarse de los dineros públicos, de ahorros y reservas de trabajadores.
Tocó el turno al poder judicial; sus integrantes resistieron, basándose en la constitución y las leyes emanadas de ella. La larga lucha se dio, pero finalmente cayó ese último bastión de los poderes de la unión. Nació el totalitarismo.
Con el absoluto poder de decisión y acción, incluido el control de la fuerza militar, continuó el proceso de cambio: de democracia a dictadura disfrazada, más profunda que la que llamaban "perfecta".
En el proceso aparecieron grupos de opositores que poco pudieron hacer ante la fuerza omnímoda del estado.
Ante la nueva organización de manipulación política y mando, apareció el apetito impulsado por el deseo insatisfecho, desorientado por la ignorancia. Se empezó a dar el canibalismo político, riñas entre grupos particulares; una lucha que va endureciéndose, dañando al nuevo "andamiaje de control" que pretenden establecer por largo plazo.
Sin contar con todo el apoyo total del movimiento, su lideresa debe enfrentar interesados que buscan el botín para ellos y sus familias, todos animados e influenciados desde la oscuridad, con patologías humanas, tales como el egocentrismo y hasta amoralidad.
Los siguientes capítulos de la historia serán escritos con dos posibles finales: la revolución consciente, pacífica e inteligente del mexicano… ¡otra vez!; o la desaparición de la que hasta ayer -1/VI/25- llamamos República. ¿Qué cree vaya a suceder?