Han sido publicados los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aplicada para el segundo trimestre del presente año.
En términos nacionales, el resultado es que el 63.2% de la población que vive en zonas urbanas se siente inseguro, lo que representa un aumento del 1.3% comparado con el periodo de enero-marzo, donde el índice se ubicaba en 61.9.
El aumento en la sensación de inseguridad nacional viene creciendo desde septiembre del año pasado donde se registró el 59%.
Es claro que la guerra intestina del Cártel de Sinaloa y el hasta ahora imparable Cartel Jalisco Nueva Generación han incidido en que el promedio nacional la percepción ciudadana tienda a descomponerse, no obstante el giro en la política nacional del actual régimen de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y su secretario Omar García Harfuch, respecto a la de "abrazos, no balazos" del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
En el plano local, se pueden advertir algunos claroscuros, no obstante que Durango, pero sobre todo Coahuila, viven en mucho mejores estándares de seguridad pública que la inmensa mayoría del país.
Si se analizan los resultados de La Laguna, que incluyen las coahuilenses Torreón y Matamoros y las duranguenses Gómez Palacio y Lerdo, se registró una percepción de inseguridad del 42.5%, una ligera mejora respecto a marzo de 2025 (44.7%) pero un aumento significativo frente a junio de 2024 (32.5%). En Torreón en particular, la percepción pasó de 31.9% en junio de 2024 a 44.3% en junio de 2025, lo que representa un incremento preocupante. Este cambio sugiere que aunque la región mantiene niveles inferiores al promedio nacional, la tendencia al alza podría reflejar una creciente inquietud por delitos como extorsión, especialmente en el sector agropecuario, particularmente el Comarca Lagunera de Durango, la que cometen algunos líderes de la CATEM quienes están oprimiendo a ese importante sector de la economía lagunera. Aunque no se puede pasar desapercibido que la capital duranguense -Victoria de Durango- mostró una mejora notable en la percepción de seguridad, pasando de 46.3% en marzo a 36.8% en junio de 2025. Esta reducción de casi 10 puntos porcentuales sugiere avances en las estrategias locales de seguridad.
Sin embargo, en la realidad de los números de percepción, Torreón registra una percepción de mayor inseguridad que el promedio que hace con sus ciudades hermanas, de 1.8 puntos porcentuales. Lo que refuerza lo desafortunado que fue la interpretación del alcalde torreonense, Román Alberto Cepeda González cuando dijo que la percepción de sus gobernados se distorsiona por lo que sucede con los vecinos, que irónicamente en conjunto tienen mejor calificación.
Saltillo en cambio, se posicionó como una de las ciudades con mejor percepción de seguridad en el país. En junio de 2025, solo 23.5% de los habitantes consideraron inseguro vivir en la ciudad, una leve mejora respecto a marzo (24.5%). Esta estabilidad refuerza la imagen de Saltillo como una ciudad relativamente segura, aunque el aumento respecto a junio de 2024 (21.4%) indica que no está exenta de los desafíos nacionales y que no puede bajar ni un instante la guardia.
De igual manera, la fronteriza Piedras Negras se consolidó como la segunda ciudad evaluada con menor percepción de inseguridad en México, con solo 16.9% de los habitantes reportando sentirse inseguros. Esta cifra representa una mejora respecto a marzo (20.5%) y refleja una gestión eficaz en materia de seguridad pública.
Desafortunadamente el INEGI no encuesta en Monclova y la Región Centro-Desierto en particular, que ayudaría a tener una visión más completa sobre este tema en todo Coahuila.
Así entonces. Los resultados de la ENSU de julio de 2025 revelan que regionalmente Coahuila, Durango e incluso Nuevo León, se mantienen mejores niveles de percepción de seguridad que otras regiones, existen diferencias marcadas entre ciudades. Mientras Piedras Negras y Saltillo destacan por su estabilidad y mejora, Torreón y La Laguna enfrentan una tendencia al alza que podría comprometer su reputación como zonas seguras. Durango, por su parte, muestra señales alentadoras de recuperación.
No se puede bajar la guardia ni un instante en esta materia. Coahuila tiene vecinos preocupantes como Zacatecas, que es una tierra sin ley, muy cerca está Tamaulipas, sede del Cártel del Golfo y el Cartel del Noreste. Nuevo León tiene mejores niveles en su zona metropolitana que el promedio nacional. Ni qué decir de Chihuahua, aunque el desierto agreste que se comparte en esta frontera interestatal genera poco movimiento.
Durango es el vecino más próximo por razones obvias: La Laguna. Y aunque tiene mejores cifras, lo que sucede alrededor de la industria agropecuaria por lo malandrines que se aprovechan de la falta de firmeza de la autoridad - lo que no sucede del lado de Coahuila- podría descomponer la relativa tranquilidad que se necesita si se aspira a prosperar como sociedad.
Hay que esperar que el gobierno de Esteban Villegas de Durango reaccione particularmente en este aspecto, que contribuiría al desarrollo económico de la Región Lagunera en general, sumando por consecuencia para los dos estados. Vale hacer votos porque Coahuila siga por la senda que se ha trazado en acciones en seguridad pública, para seguir siendo atrayendo condiciones para generar prosperidad.