
Fallece Sebastião Salgado, el multipremiado fotógrafo brasileño del blanco y negro
Sebastião Salgado, que murió este viernes a los 81 años en París, es uno de los nombres más destacados de la fotografía documental y el fotoperiodismo, y ha sido reconocido con multitud de premios, entre ellos el World Press Photo de 1985 y el Príncipe de Asturias de las Artes en 1998.
Salgado dedicó toda su vida y recorrió los lugares más remotos del mundo para retratar a los más desprotegidos, con un enfoque en las interacciones humanas y el cuidado de los principales biomas.
Su último trabajo, 'Amazônia', cuenta con más de 200 fotografías de su viaje de seis años por el bioma y fue vista por más de un millón y medio de personas en distintas ciudades del mundo, como París, Roma, Londres, Manchester, Los Ángeles, São Paulo, Río de Janeiro, Milán, Zúrich y Madrid.
Nacido el 8 de febrero de 1944 en Aimorés, estado de Minas Gerais en Brasil, su acercamiento a la fotografía se dio recién en 1970, en uno de sus viajes a los cafetales de África mientras trabajaba en la Organización Nacional del Café de Londres.
Antes estudió Ciencias Económicas en Brasil e incluso llegó a trabajar en el Ministerio de Finanzas brasileño. Luego se doctoró en París.
Primero por afición, fotografió con su cámara Leica a los trabajadores de los cafetales de los países que recorría en su trabajo en la organización.
Su afición se transformó en un trabajo: ejerció como autónomo y luego fotografió para las agencias Sigma (1974), Gamma (1975-79) y la mítica Magnum (1979), de la que fue miembro destacado.
Desde la publicación de su primer reportaje sobre África en 1973, Salgado ha disparado su cámara por todo el mundo, incluso por los lugares más remotos.
Su técnica en blanco y negro, que mantuvo hasta los últimos días de su vida, permitía que sus fotografías sean reconocidas incluso sin firma.
"No veo el mundo a color, el blanco y negro es más silencioso, pasa inadvertido, con él puedo reproducir lo que sentí cuando tomaba la fotografía", dijo en una entrevista.
Entre 1977 y 1984 investigó las condiciones de vida y la resistencia cultural de los descendientes de los indígenas en Latinoamérica, labor que plasmó en el libro 'Las otras Américas' (1986).
Entre 1984 y 1985 realizó un impactante reportaje sobre el hambre y la sequía en Etiopía, Tigré, Sudán, Mali y Chad, y entre 1986 y 1992 desarrolló el tema de los trabajadores en los cinco continentes.
Estas imágenes quedaron recopiladas en 'La main de l'homme' y en una exposición itinerante que incluyó más de 250 secuencias.
Se involucró en una serie de fotografías dedicadas al trabajo, y de allí nació 'Trabajadores. Una arqueología de la era industrial' (1993).
Esta muestra recogió, a modo de contrapunto, instantáneas de Cuba, las minas de Brasil, los Altos Hornos de Francia, los astilleros de Polonia, la pesca en Sicilia y España, entre otras.
En 1994 fundó en París su agencia 'Imágenes Amazonas', dedicada a sus obras, junto con su esposa y compañera de toda la vida, Lélia Wanick Salgado.
Volvió a Brasil, donde trabajó en una exposición sobre los brasileños que viven en las calles y sobreviven en campamentos, lo que derivó en su libro 'Terra'.
En 1998, transformó su hacienda familiar 'Bulcão' en una reserva ecológica y formó la ONG Instituto de la Tierra en Minas Gerais.
Su interés por los migrantes a inicios de siglo derivó en su publicación 'Éxodos' (2000).
El documental 'La sal de la tierra' sobre su vida, codirigido por su hijo Juliano Ribeiro Salgado, se estrenó en 2014 y al año siguiente compitió al Óscar en la categoría mejor documental, y fue galardonado con el Premio del Público en el Festival de San Sebastián 2014, y el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes 2014.
Fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las Artes 1998 y el World Press Photo en 1985, uno de los más importantes galardones de su profesión.
Ostentaba el Premio Rey de España de Periodismo 1988 y fue nombrado Embajador especial de UNICEF en 2001.
Expuso en distintos lugares del mundo como Tailandia y Japón, donde fue reconocido con el Praemium Imperiale 2021 de la Asociación Japonesa de las Artes.