No deja de ser singular el espacio que se le dedica en ocasiones a temas que, si se analizan fríamente, no deberían ocupar mayores espacios salvo los necesarios para la real salvaguarda ambiental para acciones que conlleven beneficios para la sociedad.
En este caso me refiero a la controversia por el proyecto del paso inferior vehicular del sistema vial Abastos-Independencia.
En el asunto de los árboles que se perderán por la obra vial, la misma que ha encendido una movilización ciudadana en defensa del patrimonio ecológico de la ciudad a través de la plataforma Change.org, con más de 19,287 personas que han respaldado la petición de detener la tala de los mismos, requiriendo al Municipio de Torreón detener la primera tala de 47 árboles. Los cuales están programados para ser derribados como parte de la primera etapa del proyecto, y otros 51 posteriormente.
Aunque inicialmente se propuso su reubicación, especialistas concluyeron que esta opción no era viable debido a la edad de los ejemplares, la complejidad del proceso y sus elevados costos.
Los ciudadanos quejosos argumentan que estos árboles no solo embellecen el entorno urbano, sino que representan refugio para especies migratorias como el tordo cabeza amarilla, ayudan a mitigar las temperaturas extremas de la región, y son clave para la salud ambiental de Torreón.
"Al talar árboles, perdemos mucho más que madera: perdemos biodiversidad, herencia natural y un activo esencial contra el cambio climático", advierte la propuesta, creada por Ricardo Alejandro Gutiérrez Rocha.
La supuesta indignación ha sido compartida por vecinos en los comentarios de la petición y que por fortuna han encontrado eco en los espacios informativos de El Siglo de Torreón, que da voz a todos aquellos que tengan parte en cualquier controversia. En ese tenor, se publicaron expresiones como las de Daniel, arquitecto, quien cuestionó la falta de identidad ecológica en la región: "Nos hacemos llamar la Comarca Lagunera y no hay ni lagunas, ni río, ni agua". Por su parte, Ana lamentó el deterioro de la ciudad: "Torreón nunca había estado tan abandonado, sucio y descuidado", mientras que José expresó que "cada día Torreón se siente más gris... y no en el buen sentido".
Los promotores del movimiento hacen un llamado al Ayuntamiento de Torreón para buscar alternativas sostenibles que prioricen el respeto al medio ambiente y escuchen la voz de la comunidad.
"Queremos una infraestructura que cuide nuestro patrimonio natural y la vida en todas sus formas", señala la petición, que continúa acumulando apoyos de forma constante. Remata la nota de la periodista Fabiola Canedo.
Sin duda alguna que tiene que verse por una sustentabilidad a todas luces en Torreón, así como en La Laguna toda y por supuesto en el país. Particularmente en la comarca, con características semidesérticas, un árbol es en sí un tesoro.
Sin embargo, ¿Realmente se pretende impedir la realización de una obra vial que destrabará en gran medida el colapso vial que sucede en ese crucero so pretexto del daño que representa la tala de 97 árboles? ¿Se habrán cuantificado las miles de toneladas de bióxido de carbono que se dejarán de lanzar a la atmósfera una vez que las unidades automotrices no tengan que detenerse a esperar el paso con el motor encendido?
Una vez más: por supuesto que en cualquier rincón del planeta lo deseable es que el ser humano, al ser considerado racional, cuide por obligación hasta donde sea posible el equilibrio natural siempre. Pero éste no puede ser resguardado a rajatabla en detrimento de la mejoría de una comunidad, como es el caso.
Vaya, para hacerse un orden de magnitud: en el Bosque Venustiano Carranza hay reportados 3800 árboles en la actualidad, desafortunadamente para hacer el paso a desnivel se perderán 97 -muy valiosos sin duda, pero que se pueden reponer- que representa el 2.58%.
Se debe exigir que se replanten entonces 970 al menos. Qué mejor que a los quejosos se les dé todas las facilidades para que puedan verificar que se lleva a cabo la reforestación necesaria, pero de allí a impedir la obra, simplemente no contiene. No hay proporción.
Aunque insisto, jamás se debe desalentar o impedir la minuciosa vigilancia ciudadana en cuanto al cuidado general del medio ambiente, máxime cuando cualquier organismo del Estado Mexicano atente contra el mismo, pero sin permitir exageraciones insostenibles.