De que hay dinero, hay dinero. Lo tenemos para aventar para arriba. Tirarlo a diestra y siniestra y que no luzca. Tenemos que seguir aparentando que somos países del cuarto mundo y que apenas subsistimos. Con el tiempo, las cosas se van deteriorando hasta que se vuelven inservibles, aunque nunca se hayan utilizado.
A nivel gobierno, poseen las cajas fuertes de rico mc pato; ya quisiera Slim tirar las cantidades industriales de dinero que desperdicia el gobierno o los gobernantes.
El dinero sobra. Para tener tu comisión tienes que seguir el consejo de don Porfirio, haz obras compadre.
Esta vez no me voy a referir a las metidas de pata de MORENA como la megafarmacia; sino a otra obra igual de inútil, todas las estaciones de autobuses que se construyeron en el boulevard revolución y que no sirven para nada. Dinero tirado a la calle. Ni siquiera se habla de retomar el proyecto o informar a los ciudadanos sobre los avances.
Hay grupos que si se saben organizar y forman un bloque fuerte en contra de las decisiones que afectan sus intereses. La historia nos remite que someter a los camioneros a ofrecer un mejor servicio, siempre fue un problema. A ellos lo único que les interesaba era el incremento de tarifa y por lo general lo lograron. Eso hace que me imagine que el poder llegar a un acuerdo para que los camiones proyectados para esas estaciones puedan funcionar es como pedirle un regalo al niño Dios.
Ha pasado el tiempo y se relega al olvido el proyecto. A ese nivel es posible hacerlo. No meterse en problemas. Las quejas de los usuarios no tienen la menor importancia. Es como la canción de la chinita que dice no y que dice sí.
Al parecer, los camioneros han dicho no y son sus intereses los que valen.
El gobierno no fue gallo para someterlos.
Llevan la fiesta en paz.
En una forma negativa, se ha demostrado que el ciudadano cuando se une es capaz de obtener logros. Manteniendo la unidad, que es una de las condiciones fundamentales. Sin recelo de que el otro tiene personales y se quieren aprovechar; o utilizar a los otros para aprovecharse.
Eso ha de haber sucedido en el centro que no hubo unión para evitar que el comercio informal se apoderada de sus calles y convirtiera al centro en lo que ahora es. Los vendedores ambulantes si supieron unirse y con un buen liderazgo son los amos y señores de esa parte de la ciudad. Hasta nuestra plaza de armas es invadida por un remedo de artesanos que ni siquiera representan lo que en ese campo se produce nacionalmente. Es el negocio de alguien quien supo meterse ahí.
La unión hace la fuerza, para bien o para mal.
Y entonces es cuando te preguntas, en donde están nuestros líderes industriales, comerciales, agrarios y demás instituciones. En donde se encuentra la ciudadanía que se puede defender a si mismo de los excesos del poder. En eso consisten las democracias y no en los representantes estrellitas que pertenecen a un congreso que al parecer legisla contra el pueblo y no con el pueblo.
Antes podías estar orgulloso del centro. Ahora es una vergüenza. ¿Qué fue lo que sucedió? Ganó el ambulantaje.
Ahora crecemos hacia otros rumbos, y se están estableciendo diferencias drásticas. Torreón Norte y el Torreón viejo. Uno nace y el otro muere. Pero uno nace del otro: Soriana nació en el centro; Lala, en la Cuauhtémoc. Dos buenos sitios para construir algo representativo de parte de la misma iniciativa privada. Habrá otros lugares icónicos que no hay que dejar morir.
Hay ciudades que crecen y otras que mueren. Todo depende de los ciudadanos.
Las nuevas generaciones tienen la palabra.
Vuelvo a lo del camión, ¿en que va a quedar? El transporte público es usado por los pobres quienes siguen quedando al último.
El dinero ya se gastó y ha sido inútil. Las estaciones se deterioran. Todo el mundo tira nuestros impuestos sin ninguna utilidad.