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Enhorabuena las 40; ominosa reforma laboral

ENRIQUE IRAZOQUI MORALES

En el marco de la conmemoración del Día del Trabajo, ayer el secretario del Trabajo anunció la instauración "paulatina y gradual" de la semana laboral de 40 horas en México. La ley en vigor en la materia contempla una jornada legal diurna de 48 horas. Esto quiere decir en términos llanos que la persona que trabaja de lunes a sábado de 8 de la mañana a cuatro de la tarde, en el año 2030 tendrá el sábado libre, percibiendo el mismo salario.

Marath Bolaños titular de la dependencia federal reguladora de las relaciones laborales y la previsión social, anunció que la semana laboral se reducirá de manera gradual hasta "a más tardar" llegar en enero de 2030 al objetivo.

"Atendemos así a una demanda histórica del pueblo de México que fue asumida desde el inicio por la presidenta Claudia Sheinbaum como un compromiso, el número 60 para así avanzar en el 'segundo piso de la transformación'". Dijo el secretario Bolaños quien agregó que "Este histórico cambio se hará mediante un proceso de diálogo social, tomándose en cuenta a todas las personas involucradas, escucharemos a las trabajadores y trabajadores, así como a las patronas y los patrones, de esta manera se llegará a una serie de acuerdos que permitirán establecer un nuevo panorama laboral para todas y para todos".

El gobierno convocará a sectores de trabajadores, empresarios, académicos y demás interesados para que a partir del 2 de junio al 7 de julio se dialoguen en foros que la STPS organizará en ciudades de México para construir una propuesta de cómo se llegará "paulatina y gradualmente" a la semana laboral de 40 horas.

Aclaró que como han probado desde científicos a empresarios, reducir las horas de trabajo no disminuye la productividad ni reduce el valor generado "lo que hace es dignificar la existencia de las y los trabajadores devolviéndoles horas de su vida y valorizando el trabajo que realizan semana a semana".

Bolaños apuntó que se trata de una de las políticas que "mejor condensa el espíritu del humanismo mexicano".

"Con esta medida estaremos devolviéndoles ocho horas a la semana para que puedan usarlas como mejor les convenga, estamos convencidos que poniendo este tiempo libre en sus manos se contribuirá al desarrollo nacional, al bienestar de sus familias y a la felicidad de cada una y uno de ustedes", planteó el titular del Trabajo.

La presidenta Claudia Sheinbaum ofreció un discurso igualmente sobre el Día del Trabajo, pero en sus últimas palabras declaró que "todas estas grandes reformas que se han hecho en México, han sido por consenso, de los empleadores y los trabajadores y sus representaciones y queremos que esta también sea una reforma por consenso, por eso el día de hoy lo que abrimos son las mesas de trabajo, para que nos sentemos con empresarios, representantes sindicales y los trabajadores para ver cómo vamos a conseguir esa jornada laboral"

"No se puede de un día a otro, pero lo importante es que sea por consenso".

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha alertado que México es el país con mayor carga laboral al año, al tener 2 mil 207 horas trabajadas, en promedio.

Aguilar López señaló también "Mientras los trabajadores sacrifican su tiempo y salud, las cifras muestran una paradoja preocupante: más horas trabajadas no equivalen a una economía más próspera, ni a una sociedad más equitativa."

En términos generales estos fueron los anuncios hechos el día de ayer a nivel presidencia de la república. La verdad es que, desde el punto de vista humano, es absolutamente positiva la reforma propuesta. Claramente está probado que no por tener más carga laboral legal el país es más productivo. De hecho, todos los países del G-7 (el grupo de las siete economías más grandes del mundo - se exceptúa China, que no es democrática- pasan menos horas laborales, y ni qué decir de las naciones nórdicas, las más avanzadas)

El gobierno pasado, el de López Obrador tiene un par de éxitos indiscutibles: haber sacado de la pobreza a más de 8 millones de mexicanos y haber elevado el salario mínimo muy por arriba de la inflación, de 88.40 pesos diarios a 207.44, poco más de 134%.

De cumplirse lo prometido ayer, el que el trabajador promedio labore 8 horas menos significará tener necesariamente una mejor calidad de vida, y puedo apostar que la productividad no caerá como pareciera. Es más, práctica común que hoy muchos trabajadores laboren medio día los sábados, es decir, 44 horas.

Sin embargo, lo dicho por la presidenta Sheinbaum que todas las reformas laborales se han hecho por consenso por los diferentes sectores involucrados, dista mucho de lo que sucedió con la Reforma Judicial, de mucho mayor calado y que como denunció el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, sepultará la república democrática que vivimos desde 1997, hace 28 años, para regresar el totalitarismo del viejo régimen priista, ese que duró más de 70 años.

Enhorabuena por la propuesta de las 40 horas, pero la gente de razón sabe que México va en un camino innecesariamente peligroso para la vida pública y el bien común general, una pena que la primera mandataria no haya tenido el valor de enmendar la ominosa reforma judicial, venganza de Andrés Manuel López Obrador.

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