
Enfrenta el campo déficit de mano de obra para ganadería
La ganadería local enfrenta una situación crítica ante la creciente escasez de mano de obra y la ausencia de apoyos por parte del Gobierno Federal, advirtió Francisco Javier Martínez Leal, Presidente de la Asociación Ganadera Local de Saltillo.
Según el líder ganadero, cada vez son menos las personas interesadas en trabajar en el campo, ya que las nuevas generaciones optan por emplearse en el sector industrial, lo que ha dejado sin personal a los ranchos de la región: “La industria ha absorbido a la poca gente de los ejidos”, afirmó.
Ante este panorama, muchos productores se han visto obligados a involucrar a sus propios familiares para sacar adelante la actividad; sin embargo, el esfuerzo resulta insuficiente para cubrir la creciente demanda de trabajo: “La ganadería se ha frenado mucho. Primero por las sequías, luego por el gusano barrenador, y ahora por la falta de gente”, señaló.
La situación ha orillado a algunos socios de la ganadera a contratar personas indocumentadas o foráneas, lo que ha derivado en múltiples problemas: “Hay quienes han sido víctimas de robos. Contratan a alguien y a los pocos días desaparecen llevándose herramientas u otros materiales”, denunció Martínez Leal.
Además de la falta de personal, el dirigente señaló que la eliminación de los apoyos federales para el sector ha agravado aún más el panorama: “Antes recibíamos ayuda a través del Gobierno del Estado, pero esos recursos también desaparecieron”, indicó.
Otro reto importante para los productores locales es el control del gusano barrenador, plaga que ha ocasionado fuertes pérdidas económicas y limita las posibilidades de exportación hacia Estados Unidos: “El primer requisito para exportar es la sanidad del ganado, y con esta plaga activa en el sur del país, se vuelve muy difícil pasar los filtros”, explicó.
En cuanto al proceso de engorda, Martínez Leal comentó que los pequeños productores enfrentan dificultades para sostener el ciclo completo de 200 días que se requiere para llevar el ganado al peso ideal.
“Solo podemos hacer dos o tres engordas al año, y eso frena la fluidez del negocio. No tenemos la capacidad económica ni el tiempo suficiente”, dijo.
El Presidente de la Asociación Ganadera hizo un llamado a reflexionar sobre el rumbo del sector, implementar soluciones tecnológicas y generar incentivos para que las nuevas generaciones se interesen en el campo. “Estamos aguantando hasta fin de año, pero si no cambiamos la visión, este oficio podría desaparecer poco a poco”, concluyó.