En términos formales, al desaparecer un Poder Judicial independiente y profesional, al controlar de facto los órganos electorales, al falsear la composición del Legislativo y violentar el debido proceso legislativo ene veces, sumado a la ceguera voluntaria ante la violación sistemática de los DDHH, México dejó de ser una democracia. Agréguese el control del narco en alrededor de un tercio del territorio. A pesar de la eficacia de García Harfuch, no habrá una recuperación rápida en seguridad, es imposible. Más aún, si no se invierte en las policías, fiscalías y judicaturas locales.
Salgamos del engaño: neoautoritarismo o tiranía, ya estamos ahí. Ver reportaje de The Economist en circulación. La transición democrática de finales de los años setenta comenzó por indigestión política. Pero ahora la reacción es la inversa: voracidad sin freno mellando a las minorías. ¿Por qué mellar la representación proporcional? ¿Ahorro? Dejémonos de garlitos, la operación del INE, (Integralia) representa sólo el 0.29% del PEF del 2025. Enfrente los groseros despilfarros.
En los setenta los golpes de estado se multiplicaron, pero en los ochenta América Latina vivió un gran avance democrático: cayeron las dictaduras de Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Chile. Como olas de un autoritarismo potencial siempre vivo, contra un ánimo democrático, siempre en construcción. El golpismo tuvo beneficios indeseables en México. Mentes brillantes del sur huyeron. C. Almeyda, excanciller de Allende, F. H. Cardoso de Brasil, don Carlos Quijano del Uruguay o Gérard Pierre-Charles y Suzy Castor de Haití, estuvieron en las aulas de la UNAM y otras instituciones. Indirectamente vivíamos el autoritarismo sureño. De ahí mi interés, de presenciar el plebiscito chileno en octubre de 1988. Pero había un problema: México había roto relaciones con Chile. Volar a Santiago era riesgoso, la DINA merodeaba. Por eso "juramenté" en Argentina no ejercer mi oficio. Entré por Mendoza -con la Olivetti Lettera 32 colgada de mi hombro- a un país dividido a mitades, choferes de taxi, meseros, mucamas, bartenders: para unos Pinochet como héroe; para los otros, el asesino. La triste memoria de los asesinatos, desapariciones, privaciones de la libertad, se imponía: 3,000 muertos; 37 000 torturados; 1 200 desaparecidos en 15 años. Comparar con México hoy, deprime.
Primero fue la Alianza Democrática y después de la Concertación, algo excepcional un gran tejido. Ver a Ricardo Lagos -socialista- futuro presidente de Chile, sacando fotocopias y a un severo Patricio Aylwin -que había apoyado a la Junta- enfrentársele como vocero de la oposición, fue notable. Aylwin sería el primer presidente electo. Socialistas y demócratas-cristianos, enemigos históricos, luchando juntos. La dictadura bloqueó oficialmente a las televisoras y otros medios. Imperaron las amenazas veladas y públicas, con desfile militar incluido. El día del plebiscito el oficialismo alardeó temprano: SI, 17% de ventaja. Dos horas después llegaron los resultados finales NO, 54.6%; SI, 43.4%. La feroz dictadura todavía tenía apoyo. Pero ganó la razón, las fobias partidarias de la oposición entraron en pausa y Chile empezó a salir de la dictadura.
Se habla del fracaso opositor en el 2024, cero esperanza, dicen. Pero la oposición unida se llevó en diputados un 42%, a pesar de la deformación por los programas sociales y el control indirecto de los medios. Las actuales mayorías camerales, engañan. Recordemos Chile, tejer fino, amarrar las fobias partidarias: PAN; más lo que queda del PRI, que es mucho más que "Alito"; MC; más, informalmente, los territorios que conquiste SOMOS MX. Juntos podrían conformar una mayoría que inicie el rescate republicano. Willibald Sonnnleitner, del COLMEX, ha elaborado el mapa multicolor que aparece oculto por los distritos federales. Recuperar la democracia y heredar un mejor país, es viable. Imaginar ese tejido, es útil.
¿Fracaso? NO. Viable, SI.