
El matriarcado
Un poco más de la mitad de la población mexicana está compuesta por mujeres. Eran 67 millones en 2023, 51.7 por ciento del total, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI. De esa cifra, 38.5 millones de 15 años o más eran madres.
El papel de la mujer ha cambiado en las últimas décadas. Cada vez son más las que trabajan. En 2023 el 46.3 por ciento de las mujeres eran parte de la población económicamente activa, lo cual quiere decir que realizaban una labor remunerada, pero eso no las exentaba de las labores domésticas.
La idea de que la participación de la mujer en la fuerza laboral es más elevada en las entidades más desarrolladas es falsa. Oaxaca tiene una participación femenina en actividades productivas de 53.1, Guerrero 50.6, Tlaxcala 49, Michoacán 48.4 y Morelos 48.2. En cambio, Nuevo León tiene la menor participación de mujeres, 37.7 por ciento, seguida de Campeche con 39.7, Tabasco con 39.8, Coahuila con 40 y la Ciudad de México con 41.3. Quizá la situación de Campeche y Tabasco se explique por la actividad petrolera, que ocupa a muy pocas mujeres, pero no la de las otras tres entidades.
México ha promulgado leyes que prohíben el matrimonio o la actividad sexual de las menores de edad, pero el pueblo no necesariamente las respeta. Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), en 2023 “se había unido o casado 10 por ciento de las adolescentes de 17 años, 6.6 por ciento de las de 16 años y tres por ciento de las de 15 años”. Según la ENOE, siete de cada 10 mujeres de 15 años o más eran madres en el cuarto trimestre de 2023, pero seis por ciento de las adolescentes de 15 a 19 años. Entre las de 60 años y más, 93.2 por ciento eran o habían sido madres.
El 10 de mayo, el Día de las Madres, une a nuestro país. No lo festejamos en un domingo, como tantos países desarrollados para facilitar la celebración. En México, si el festejo no cae en domingo, detenemos el país por lo menos medio día. Por eso se vuelve tan difícil circular en las ciudades o encontrar un lugar en un restaurante. El 10 de mayo es el día en que las familias buscan relevar a las madres de su trabajo cotidiano en la cocina.
Las madres suelen dominar la vida hogareña a pesar de que tantas salen a trabajar en una ocupación remunerada. Si siete de cada 10 mujeres tienen hijos, tres de cada 10 son jefas de su hogar. La presencia del padre siempre ha sido débil en los hogares mexicanos, pero tradicionalmente había un varón, aunque fuera ausente, como cabeza oficial de la familia. Hoy casi un tercio de los hogares tiene a una mujer al frente. En México ha habido desde siempre un matriarcado en muchas familias, por la ausencia del padre en horas laborables o en períodos prolongados. El matriarcado, sin embargo, se está volviendo cada vez más oficial.
El país está cambiando, pero sus transformaciones son diferentes a las que han tenido lugar en otros países, incluso en Estados Unidos, donde la población mexicana es tan relevante. En nuestro vecino del norte la estructura familiar tiende a debilitarse, aun en las familias de origen mexicano, sobre todo en la segunda o tercera generación, como ocurrió anteriormente con los migrantes irlandeses o italianos. En México, a pesar del creciente número de mujeres que trabajan, la estructura familiar se mantiene intacta, muchas veces con una mujer al centro, a veces la abuela, a veces la madre. La sociedad mexicana se está transformando, pero sigue siendo un matriarcado.