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El reporte de Oppenheimer

El impacto de la guerra de Irán en América Latina

ANDRÉS OPPENHEIMER

Hay muchas especulaciones de que el conflicto de Irán podría generar un aumento de los precios del petróleo que beneficiaría a Venezuela, México, Colombia y otros productores de petróleo latinoamericanos. Sin embargo, sorprendentemente, la mayoría de los expertos petroleros dicen que ese escenario es poco probable.

Analistas de Goldman Sachs, J.P. Morgan y otras instituciones financieras dicen que los precios del petróleo podrían superar los $100 por barril si Irán interrumpe el paso de buques petroleros por el Estrecho de Ormuz, por donde pasa un 25% del transporte mundial de petróleo. Pero la mayoría de ellos agrega que el impacto de esa potencial disrupción del transporte petrolero de sería limitada, y duraría poco.

En primer lugar, hay un exceso de petróleo en el mundo, en parte porque la economía mundial está creciendo a un ritmo más lento de lo que estaba previsto por las guerras arancelarias del presidente Donald Trump. Cinco días después del ataque de Israel a las instalaciones nucleares de Irán, los precios mundiales del petróleo estaban por debajo de su promedio de 2024 de $80 por barril, según un análisis del Deutsche Bank.

En segundo lugar, Irán es un exportador de petróleo relativamente pequeño, que produce alrededor del 3% de la producción mundial. Y por las sanciones estadounidenses y europeas, Irán vende el 90% de su petróleo a un solo país: China. Si caen las exportaciones iraníes, eso afectaría principalmente a China, aunque ya cuenta con altos inventarios de petróleo.

En tercer lugar, en el escenario más catastrófico - si Irán bloqueara el Estrecho de Ormuz en represalia por las acciones estadounidenses o europeas en apoyo a Israel - Washington probablemente intervendría militarmente para reabrir esa importante ruta comercial. Y China, Rusia, Arabia Saudita y otros países probablemente criticarían de la boca para afuera semejante intervención, pero estarían aliviados de ver reabiertas sus rutas de suministro de petróleo.

Francisco J. Monaldi, director del Programa de Energía para América Latina del Instituto Baker de la Universidad de Rice, me comentó que en el peor de los casos - una interrupción prolongada del Estrecho de Ormuz que haga subir drásticamente los precios del petróleo - habría una "ganancia neta" para los exportadores de petróleo latinoamericanos.

"Guyana, Venezuela, Colombia, Ecuador y hasta cierto punto Brasil y Argentina verían un impacto positivo en sus ingresos", me dijo Monaldi. "Aunque México hoy en día ya es un importador neto de petróleo, para (la empresa estatal) Pemex sería algo positivo".

Monaldi agregó que "por supuesto, también habría algunos efectos secundarios negativos, como inflación internacional, y la posibilidad de una recesión mundial. Pero en términos netos, para esos países sería un auge importante de ingresos fiscales y de exportaciones".

Sin embargo, cuando le pregunté si cree que ese escenario es el más probable, Monaldi me dijo que no. Señalo que hay pocas probabilidades de que Irán pueda cerrar el Estrecho de Ormuz por mucho tiempo, porque la Armada de Estados Unidos reabriría inmediatamente esa ruta marítima, y los precios del petróleo pronto volverían a la normalidad.

"Podríamos ver un aumento temporal en los precios del petróleo, pero no debería haber un impacto a largo plazo", concluyó.

El Banco Mundial, que recientemente publicó un informe que pronosticaba una importante desaceleración de la economía estadounidense y mundial, en parte debido a los aranceles de Trump, no anticipa un empeoramiento de la situación como resultado de la guerra con Irán.

Valerie Mercer-Backman, autora principal de la sección latinoamericana del pronóstico del Banco Mundial, me comentó que, a pesar del conflicto, la tendencia general apuntaba a una "ligera disminución" de los precios mundiales del petróleo. La guerra podría producir un repunte temporal, "pero no creemos que los últimos acontecimientos geopolíticos tengan un impacto significativo en nuestro pronóstico", afirmó.

O sea, la dictadura de Venezuela - una de las principales beneficiarias de una potencial subida del precio del petróleo - junto con Colombia y México, podrían obtener un breve respiro económico gracias al conflicto de Irán. Pero eso no sería suficiente para ayudar a Venezuela a salir de su grave crisis económica, ni alcanzaría para resolver los problemas de México y Colombia.

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