El día de hoy, jueves 5, en el Paycom Center de la ciudad de Oklahoma, comienzan Las Finales de la NBA, donde por primera vez, el Trueno y la escuadra de Indiana se verán las caras para definir al nuevo campeón del mejor baloncesto del mundo, en una serie a ganar cuatro de siete partidos y hasta donde pareciera una batalla entre David contra Goliat, o quizás, una descripción más apropiada para que los Pacers sean “Hoosiers”.
Al igual que la pequeña escuela secundaria Hickory, representada en la película de Gene Hackman que derrotó a todos los gigantes para ganar el campeonato estatal de Indiana hace décadas, los Pacers necesitan asegurarse de que la altura de los aros sea la misma en las Finales de la NBA, pero, ¿tendrá este drama de 2025 el mismo final emocionante? Indiana, que perdió dos veces contra Oklahoma City durante la temporada regular, necesitará jugar una serie casi perfecta para tener una oportunidad, y probablemente, los Pacers lo cumplan de esa manera o se podría pensar que, tal vez, Tyrese Haliburton y su capacidad para ser decisivo lo ayuden a convertirse en el Dirk Nowitzki de 2011, quien sorprendentemente arrasó con el Calor de Miami (y fue entrenado por Rick Carlisle).
Y es evidente de que se trata de una defensa de élite contra un ataque explosivo, ya que esta serie ofrece la oportunidad de presenciar lo que la implacable defensa del Trueno puede hacer contra el eficiente ataque de los Pacers, porque cuando el balón está en ese lado de la cancha, el resultado de los partidos puede depender de qué escuadra mejor clasificada se imponga.
Oklahoma tuvo tremenda defensa contra los Timberwolves, y de hecho durante gran parte de los playoffs, ya que el equipo que dirige Mark Daigneault trae a dos miembros del equipo defensivo de la liga, como son Lu Dort (primer equipo) y Jalen Williams (segundo), y mucho más, y todo esto se debe a que durante una buena parte de ciertos partidos de playoffs, Chet Holmgren y Alex Caruso fueron los mejores taponadores de la escuadra de Oklahoma.
Con los Pacers todo gira en torno a Haliburton, y así puede crear amplias ocasiones de canasta para sus compañeros, ya que es un clásico en este sentido, donde un base que prioriza el pase, puede detectar a sus compañeros para puntos fáciles, lidera el contraataque y mantiene a la defensa en vilo, y en el basquetbol actual no se ven muchos jugadores como él.
No hay que perder de vista el duelo de hombres altos, donde parece que Oklahoma City se beneficia gracias al rebote, donde Holmgren (mejor no escribo su nombre) e Isaiah Hartenstein, son capaces de capturar más de diez rebotes, mientras tanto, Myles Turner es endeble precisamente en eso, e Indiana carece de un suplente excepcional, así que la carga de trabajo recae sobre Pascal Siakam, quien lidera a los Pacers en rebotes durante la postemporada con un promedio de 5.8 por partido.
Si los Pacers logran igualar el esfuerzo del Trueno con un esfuerzo colectivo, será una gran victoria para el equipo que dirige Rick Carlisle, lo cual no será fácil, pero Holmgren está creciendo rápidamente en la postemporada e Isaiah Hartenstein fue contratado por Oklahoma específicamente para marcar la diferencia en la pintura, y hasta ahora, todo pinta bien en ese objetivo.
Ah, por cierto, olvídense de la conversación sobre el mercado pequeño que seguramente seguirá a esta serie, porque muchos piensan que no se trata del tamaño del marketing, pero ¿a quién le importa? Los verdaderos aficionados incondicionales sintonizarán de todas formas porque se trata de que los jugadores asuman el reto de atraer a los aficionados ocasionales y crear una serie cautivadora, porque los mismo sucedió, y hablando de beisbol, la Serie Mundial del 2002 entre los Angelitos y los Gigantes.
¿Qué opinan, Pacers?