Sin saber qué haya ocurrido ayer miércoles en Boston y en Oklahoma City, la NBA dio un giro total con las semifinales de conferencia, ya que, al entrar en la primera ronda de los playoffs, sólo había tres posibles sorpresas, precisamente con los Celtics, con los Cavaliers o con el Trueno, de que, si quedaban eliminados, ya todo se podría esperar.
Tanto Oklahoma como Cleveland y Boston, por supuesto, se las arreglaron, sufriendo sólo una derrota en la primera ronda entre ambos, con una diferencia de puntos acumulada de 20.3 puntos por partido y las otras cinco series parecían estar en juego, y en dos de ellas se disputaron siete partidos, mientras que cinco de los seis encuentros entre los Knicks y los Pistones estuvieron a cinco puntos de diferencia en los últimos cinco minutos.
Sin embargo, Indiana y Minnesota avanzaron con relativa facilidad, utilizando ataques equilibrados contra oponentes superestrellas, así que, a pesar de la derrota de Cleveland en el primer partido contra Indiana, el domingo, tanto el Trueno como los Caballeros y los actuales campeones, no hay que marginarlos, pero en verdad, sería un gran sobresalto si alguno de los tres no avanza a las finales de conferencia.
El Trueno tuvo la mejor diferencia de puntos en la historia de la NBA en la temporada regular y ganó el primer partido contra los Grizzlies en la primera ronda por 51 puntos y remontaron una desventaja de 29 puntos para ganar el tercer partido, donde han demostrado ser dominantes y resilientes, limitando a Memphis a 19.7 puntos menos por cada 100 posesiones, que los que anotó a la escuadra del estado de Tennessee en la temporada regular (117.2, sexto).
Mientras que la mejor escuadra de la Conferencia del Este, los Caballeros de Cleveland, tras arrasar al Calor de Miami durante cuatro partidos, cayeron en una desventaja inicial contra los Pacers y no pudieron remontar una desventaja de dos dígitos en el primer partido de las semifinales de conferencia y donde ya se sabía que, común denominador en sus derrotas, es la precisión en los triples de sus oponentes, e Indiana encestó 19 de 36 (53%) triples el domingo.
Y entonces se podría deducir que, la eficiencia de la liga, ha sido menor en los playoffs que en la temporada regular, pero lo extraño es que Cleveland ha anotado la increíble cifra de 131.1 puntos por cada 100 posesiones en sus cinco partidos y sus 136.2 puntos por cada 100 posesiones en la primera ronda fueron 24.2 más que los que el Calor de Miami permitió en la temporada regular (112.0).
El equipo que dirige Kenny Atkinson ha estado sin Darius Garland (esguince en el dedo del pie) en los últimos tres partidos, y ninguna alineación de Cleveland ha jugado más de 32 minutos en los playoffs, donde el ataque, ha estado más que bien (134 puntos anotados por cada 100 posesiones) en 68 minutos con Donovan Mitchell en la cancha durante los tres partidos, sin Garland, pero Mitchell sólo encestó 1 de 11 triples (empatando con el peor partido en tiros de tres puntos con al menos 10 intentos de su carrera) el domingo.
Pero mientras esto pasa, porque ya me quedé sin espacio, los Knicks ya les dieron el primer susto a los campeones, mientras que los Nuggets ya pusieron a pensar al Trueno, y no se diga con los Pacers, que ya tienen en jaque a los Cavaliers.