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El Canto al Agua

GERARDO JIMÉNEZ GONZÁLEZ

La naturaleza es una fuente de inspiración de diferentes expresiones culturales: en la música, las artes plásticas, la literatura y demás disciplinas artísticas, hay obras de grandes creadores inspiradas en el paisaje, la flora, las montañas, los ríos, etc., que describen, representan o ilustran valores éticos y estéticos que quedan registrados en la percepción y vida individual o colectiva de quienes las conocen. El creador artístico generalmente produce su obra por la virtud y pasión que le surge desde su interior y en interacción con el entorno en que vive.

Algo de esto está sucediendo en la Comarca Lagunera. Sin menoscabo de los laguneros que han destacado por su creación artístico-cultural, quienes ya se han ganado un lugar en su campo o disciplina y, reconociendo que hay momentos en los cuales se presentan este tipo de expresiones que involucran más allá de creaciones individuales, parece que en nuestra región emerge una generación de jóvenes que de manera singular han encontrado una fuente de inspiración en el agua, en los ríos y los acuíferos.

Es el caso de los jóvenes que forman parte de procesos o movimientos que surgen en nuestra localidad, pero que se enlazan con otros que ocurren fuera de ella, entre los cuales se encuentran quienes se identifican como El Canto al Agua, que desde 2010 promueve en diferentes ciudades, regiones y países, iniciativas que buscan generar conciencia sobre el agua a través del canto, el arte y acciones colectivas, tomando como referencia el Día Mundial del Agua (22 de marzo).

Entre las acciones colectivas que realizan destacan encuentros o manifestaciones en sitios emblemáticos como los ríos, humedales o lagunas, que se convierten en expresiones simbólicas y emblemáticas entre las colectividades o sociedades donde se llevan a cabo. En una región como la Comarca Lagunera, donde las lagunas que otrora existieron, que aún siendo intermitentes dieron origen a su denominación actual e identidad a quienes nacimos o vivimos en ella: los laguneros.

La paradoja de esto es que tales lagunas ya raramente se forman, la intervención humana de ríos y acuíferos, marcada por una visión antropocéntrica desafortunada y devastadora para estos, por las presas y canalizaciones artificiales que se construyeron sobre sus cauces naturales, es de que las lagunas solo aparecen cuando las grandes presas de El Palmito y Las Tórtolas liberan excedentes de los volúmenes que almacenan. Como coloquialmente de dice, aparecen cada venida de obispo.

Esa visión antropocéntrica que se expresa literalmente en un dicho, también desafortunado, conocido por los laguneros, "Vencimos el Desierto", como si estuviéramos compitiendo con la naturaleza, una expresión irónica de cómo funciona la economía en las sociedades capitalistas en las que el sobrevive quien mejor compite en la producción y venta de mercancías traslapada a la naturaleza. La visión antropocéntrica nos ha llevado al colmo de mercantilización de la naturaleza, un trato por demás injusto a esta cuando ha sido la fuente originaria de toda riqueza material, un trato dado como objeto que podemos manipular a nuestro antojo, privándole de derechos, mismo que debe cambiar dotándole de dotándole de derechos y privándoselos.

Ha sido tal nuestro impacto sobre los ríos y acuíferos que desecamos a los primeros y sobreexplotamos a los segundos, mérito que más que orgullo debe significar una pena y un reto que debemos enmendar. Algunos ciudadanos laguneros creemos que la identidad y el futuro de la Comarca Lagunera reside en el esfuerzo que hagamos por recuperar esos cuerpos de agua dulce que nos proveen de servicios ambientales fundamentales para seguir viviendo en ella.

Es en este contexto que emerge la participación de jóvenes no alienados ante la problemática denominada como crisis hídrica que padecemos los laguneros, con una forma diferente de percibirla y enfrentarla, mediante expresiones artístico-culturales que, como dicen ellos, conduzcan a la sanación del agua, que no es otra cosa que recuperar nuestros ríos y acuíferos para reconstruir nuestra identidad asociada a los ríos Nazas y Aguanaval, fuente de nuestra vida local.

Su participación converge con las acciones colectivas realizadas desde hace más de dos décadas por grupos de ciudadanos, como TodosSomos543 que refiere a la sentencia obtenida en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para recuperar el Acuífero Principal, y NazasVivo, campaña de concientización y sensibilización para proteger y conservar el último tramo vivo del río Nazas y restablecer el Río Urbano.

Además de la narrativa pública creada por El Canto al Agua, que ya inunda las redes sociales y los medios de comunicación convencionales, esta juventud emergente convoca a acciones colectivas como la manifestación de este próximo tres de agosto (5:30 pm), en un punto emblemático para la región, bajo el puente plateado que simboliza la hermandad de los laguneros, sobre el cauce que desecamos hace casi seis décadas, invocando a través de expresiones artístico-culturales el reclamo ciudadano de que el río vuelva y conviva con nosotros, de que le dotemos un caudal ecológico que recupere un derecho que le quitamos.

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