Desconocía el significado de la palabra "gentrificación" que se puso de moda a raíz de la violenta manifestación del pasado 4 de julio en la Ciudad de México.
Según el diccionario de la Real Academia Español gentrificación significa: "Proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo".
Vivimos en la capital mexicana durante ocho años en la década de los 70 y 80, siempre nos llamó la atención la diversidad de personas que podía uno encontrar en esa ciudad, incluyendo a habitantes de todas las nacionalidades del mundo.
Hoy cuarenta años después no logramos entender como un grupo de rijosos puede salir a las calles, en este caso en las colonias Roma y Condesa de larga tradición y ahora encanto, pueda protestar con violencia y agredir verbalmente a los extranjeros que decidieron habitar esa zona para realizar su trabajo profesional.
Son en su gran mayoría jóvenes norteamericanos quienes han aprovechado los atractivos de estas colonias seguras, con servicios eficientes y con rentas de apartamentos accesibles a sus posibilidades económicas para vivir ahí.
A raíz de la pandemia miles y miles de trabajos en Estados Unidos y en muchos países se han convertido en remotos, es decir los empleados y ejecutivos ya no tienen que acudir a las oficinas o plantas de producción, simplemente con una buena computadora y una señal eficiente de wifi pueden trabajar desde México, Argentina, Corea o España.
Pero resulta que los edificios de comercios, oficinas y departamentos de las colonias Condesa y Roma, que a raíz de los temblores de 1985 quedaron prácticamente en ruinas, fueron al paso del tiempo reconstruidos y modernizados.
Hoy en día estas zonas están repletas de cafés, bares y restaurantes de buena calidad además de atractivos apartamentos que han contribuido a elevar la calidad de vida de los habitantes de la zona. Se calcula que unos 15 mil norteamericanos se han mudado a vivir a la capital azteca a raíz de la pandemia.
Obviamente esto tiene un costo y es así que los propietarios de los inmuebles han elevado paulatinamente el precio de las rentas como ocurriría en cualquier parte del mundo.La renta por un apartamento ha subido en años recientes de los 6 y 8 mil pesos hasta los veinte mil pesos mensuales.
Pero resulta que a viejos moradores de dichas colonias, aparentemente movidos por intereses políticos que sobran en la ciudad de México salieron a las calles, precisamente el día de la Independencia de Estados Unidos, a protestar por la supuesta invasión de profesionistas norteamericanos.
Gritos y pancartas con lemas de "¡Fuera gringos!" y "¡Gringo, mi ciudad no es un Airbnb!" se vieron durante la marcha además de ataques en contra de Donald Trump y su política racista contra los inmigrantes.
Extrañamente decenas de agentes policiacos que siguieron de cerca la marcha de los manifestantes no impidieron los actos vandálicos que fueron cometidos en contra de establecimientos comerciales.
Tres días después, es decir el pasado lunes 7, la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó fuerte en contra de las manifestaciones xenofóbicas del fin de semana.
"Las muestras xenofóbicas hay que condenarlas, No puede ser que, por una demanda, por más legítima que sea, que es la gentrificación, la demanda sea: "fuera cualquier nacionalidad en nuestro país", asentó.
Horas después del mensaje de Sheinbaum, las autoridades de la Ciudad de México abrieron una mesa de trabajo para escuchar las quejas de quienes fueron agredidos durante la marcha de protesta.
Sin embargo, nunca se aclaró porque los policías no detuvieron a los manifestantes violentos ni tampoco actuaron a favor de los comercios establecidos y sus clientes.
La gentrificación es un fenómeno muy peculiar en la capital mexicana que ha crecido a raíz del disparo de los llamados "nómadas digitales".
Son situaciones que ocurren en cualquier ciudad del mundo y más en metrópolis que concentran la riqueza de un país además de habitantes de todas partes del mundo.En su momento la Ciudad de México fue oasis para el éxodo de españoles de la guerra civil y de familias judías durante el holocausto de la segunda guerra mundial. Tanto en aquel entonces como ahora no se justifica agredir a extranjeros en México, un país que ha sido ejemplo de hospitalidad y apertura.
Confiemos en que estas protestas no vuelvan a tener lugar en México, son totalmente injustificables.
Nota final…
La marcha contra la gentrificación al igual que el lamentable caso de la modelo argentina Ximena Pichel, hoy conocida como "Lady Racista", evidencian que en nuestro país persiste la xenofobia y la discriminación. ¿Qué podemos hacer para combatirla?
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