
Miriam y Lorena.
Una creativa y original actividad vivieron los laguneros que asistieron a El Deivid, en Casa Allende, donde la convivencia, el arte y la espontaneidad fueron los protagonistas de la tarde.
Durante la velada, los asistentes pintaron un busto de cerámica mientras compartían aperitivos, bebidas y muy buena compañía. Entre pinceladas, carcajadas y charlas amenas, cada quien le dio vida a su pieza, pero también a una experiencia colectiva que resultó tan divertida como significativa.
El ambiente fue relajado y muy humano, ideal para desconectarse un poco del ritmo cotidiano y conectar con la creatividad propia y la de los demás. Al final, todos se fueron con el corazón contento, la cabeza llena de ideas y una pieza única hecha con sus propias manos.