
Coahuila registró un costo económico de la violencia del 5.5 por ciento de su PIB, el más bajo registrado en todo el país. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El impacto económico de la violencia en el país durante 2024 fue de 4.5 millones de pesos (245 mil millones de dólares), lo que equivale al 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) o 33 mil 905 pesos por persona, según el reporte sobre Valor Económico para la Paz del Índice de Paz México 2025.
El documento refiere que en términos generales, el costo total de la violencia en la última década aumentó un 32 por ciento, equivalente a 1.1 billones de pesos; en 2024, el incremento fue del 3.4 por ciento en comparación con 2023.
Este impacto económico varió considerablemente entre los estados de la República, en rangos desde los 12 mil 309 pesos en Yucatán hasta 89 mil 916 pesos en Colima, entidad que figura como la más violenta según el Índice de Paz 2025.
En todos los años entre 2019 y 2023, excepto uno, México registró disminuciones anuales en el impacto económico de la violencia, tras haber experimentado cinco años consecutivos de aumentos. Sin embargo, en 2024, el impacto económico de la violencia repuntó, revirtiendo una proporción considerable del progreso alcanzado en los años anteriores.
En 2024, el impacto económico de los delitos con violencia disminuyó un 3 por ciento; no obstante, esta mejora se vio parcialmente contrarrestada por un aumento del 1 por ciento en el impacto económico del homicidio. Además, como lo refleja el financiamiento federal destinado a los estados para seguridad nacional y fuerzas armadas, se registró un aumento significativo en el gasto militar, lo que contribuyó al mayor incremento en el impacto económico el año pasado.
El gasto en seguridad pública y en el sistema de justicia también aumentó en comparación con el año anterior.
El impacto económico de la violencia se define como el gasto y efecto económico relacionado con “contener, prevenir y enfrentar las consecuencias de la violencia”. Incluye el costo económico de la violencia, tanto directo como indirecto, además de un efecto multiplicador.
El impacto económico total de la violencia incluye el costo directo e indirecto, además del efecto multiplicador. Los costos directos son asumidos por la víctima, el perpetrador y el gobierno. Estos incluyen los gastos médicos, los costos de las fuerzas de seguridad y los gastos asociados con el sistema de justicia.
Los costos indirectos se generan posteriormente e incluyen el valor presente de los costos a largo plazo derivados de incidentes delictivos, como la pérdida de ingresos futuros y el trauma físico y psicológico. El efecto multiplicador representa los beneficios económicos que se habrían generado si todo el gasto relacionado se hubiera destinado a alternativas más productivas.
En Coahuila, el menor costo económico de la violencia
El estado de Coahuila registró un costo económico de la violencia del 5.5 por ciento de su PIB, el más bajo registrado en todo el país; Durango, junto con Nuevo León, Tamaulipas, Campeche y Yucatán también registraron un costo económico de la violencia menor al 10 por ciento del PIB estatal. Colima y Morelos aparecen con un costo de violencia superior al 40 por ciento del PIB.
El informe destaca que el año pasado se registró un aumento significativo en el impacto económico de la violencia, que se incrementó en 149 mil millones de pesos.
Este aumento fue impulsado principalmente por un fuerte incremento en el gasto en seguridad nacional y fuerzas armadas, que creció un 38 por ciento entre 2023 y 2024, al pasar de 157 a 217 mil millones de pesos.
En 2024, por primera vez desde 2019, los homicidios aumentaron, lo que provocó un aumento del 1 por ciento en su costo económico. Los costos de protección han aumentado ligeramente en la última década. Si bien el gasto en seguridad pública y en el sistema judicial ha disminuido en términos generales desde 2015, ambos registraron un ligero aumento en 2024.