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China y no México es el enemigo

JOSÉ SANTIAGO HEALY

La guerra de aranceles emprendida por Donald Trump tiene un objetivo muy claro: debilitar a China en su economía para evitar que se convierta en la potencia mundial número uno.

No falta mucho para que los chinos lleguen a ese lugar, en algunos rubros lograron superar desde años atrás a los norteamericanos, por ejemplo el gigante asiático es el número uno en volumen de producción industrial mundial con el 28.7 por ciento.

Lo mismo que en materia comercial, en el 2024 China alcanzó un superávit de 992,000 millones de dólares. Ya en el 2022 la diferencia entre las exportaciones contra las importaciones era abismal: 3,593,601 millones contra 2,715,998 millones de dólares.

En cambio Estados Unidos registra un déficit comercial preocupante: en el 2022 el valor total de las exportaciones fue de 2,062,090 millones de dólares mientras que las importaciones ascendieron a 3,372,902 millones, es decir un déficit de 1,310,812 millones de dólares.

Trump impuso a China una serie de aranceles en su primer periodo como presidente que lograron un objetivo positivo para Estados Unidos: reducir los bienes que EUA importaba de China del 21% de las importaciones totales de Estados Unidos en 2016 al 13% el año pasado.

Pero eso no significa que los chinos hayan perdido su dinamismo productor, por el contrario lo que han hecho es precisamente lo que México ha intentado realizar infructuosamente, es decir relocalizar sus centros de producción más cerca del territorio norteamericano.

No existen cifras claras a este respecto, pero es un hecho que las exportaciones de México a Estados Unidos procedentes de empresas chinas instaladas en nuestro país han crecido de manera significativa.

Quizás a eso se debe en buena parte que México se colocó hace un par de años como el exportador más importante para los Estados Unidos, superando a los chinos.

En el 2024 y según datos del Banco de México, el 83,1% de las exportaciones mexicanas se destinaron al vecino del norte, un equivalente a 512,570 millones de dólares. Mientras las importaciones ascendieron a $250,891 millones, es decir se obtuvo un superávit de 261,679 millones de dólares.

La relación comercial con Estados Unidos nunca había sido tan favorable para México con dos peligros: dependemos demasiado de nuestro vecino del norte y además en la balanza comercial global nuestro país registra un déficit menor pero al fin déficit de 8,200 millones de dólares.

Bajo este panorama el gobierno de Claudia Sheinbaum tiene varios retos importantes: el primero es mantener una negociación firme con Trump en donde no se impongan más aranceles y al mismo tiempo lograr una reducción paulatina en materia de impuestos para la exportación de autos, acero y aluminio.

La presidenta de Morena tuvo esta semana su sexta llamada telefónica con Donald Trump en donde prevaleció la cordura por parte del inquilino de la Casa Blanca, quien al parecer se ha dado cuenta que por su vecindad e historia, México debe ser tratado como un socio y aliado comercial y no como un enemigo.

Lo siguiente será gestionar un encuentro entre ambos mandatarios para lograr mejores acuerdos, no entendemos porque hasta el momento no se ha explorado tal posibilidad.

A su vez el gobierno mexicano está obligado a buscar nuevos mercados para reducir la dependencia con Norteamérica y al mismo tiempo atraer a grandes inversionistas para que aprovechen las ventajas de México para producir barato y exportar al vecino país.

Desde luego urge en la clase política mexicana desarrollar una mentalidad emprendedora y olvidar ideologías que no ayudan en estos momentos, los chinos han dado ejemplo de como conquistar mercados sin perder tiempo en reformas judiciales.

LOS PRIMEROS 100 DE TRUMP

Se le vino el mundo encima a Donald Trump con las críticas por sus resultados en sus primeros cien días de gobierno, en efecto el tema de los aranceles afectó sensiblemente su imagen y popularidad. Fue sin duda un grave error aplicar gravámenes tan altos a diestra y siniestra, pero aprendió la lección y paulatinamente ha ido ajustando los montos. Pero hay que reconocer algunos logros como poner alto al derroche del gasto público, ordenar el caos migratorio, promover un acuerdo en la guerra Rusia-Ucrania y atender temas sociales y educativos internos. Desde luego no ha sido un jardín de rosas para el bravucón republicano.

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Escrito en: Actitudes Columnas Editorial José Santiago Healy

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