
Juan Andrés Zavala y Denisse Dueñez.
Laguneros disfrutaron de una tarde distinta en el Sabrunch-oh!, donde la buena mesa y la música en vivo fueron el pretexto perfecto para reunirse. El centro de la ciudad sirvió como telón de fondo a un ambiente relajado, con mesas llenas de colores, aromas y conversaciones animadas. Entre brindis y acordes sureños, se tejieron historias y reencuentros.