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Blow vs el encierro de “El Chapo”

La película parece comprobar que ser un narco es como conducir un auto sin frenos: puedes acelerar hasta alcanzar el éxito, pero tarde o temprano te encontrarás con el inevitable choque.

Blow vs el encierro de “El Chapo”

Blow vs el encierro de “El Chapo”

RICARDO OROZCO ROSALES

Tendemos a olvidar que los narcotraficantes son, ante todo, personas, y que su historia comenzó en algún lugar. En la película Blow, dirigida por Ted Demme, Johnny Depp interpreta a un hombre que, en las playas de California, inaugura su camino en el narcotráfico al descubrir lo lucrativo y aparentemente sencillo que resulta ese estilo de vida. 

Los primeros intentos de cruzar droga por el aeropuerto resultaron exitosos. En aquella época, los controles de seguridad eran prácticamente inexistentes: no se revisaba el equipaje, se podía fumar dentro de los aviones y la mayoría de los pasajeros vestía trajes o vestidos elegantes, lo que dificultaba identificar a alguien como sospechoso. Así era a finales de los años sesenta, el contexto en el que comienza Blow

La película narra la historia real de George Jacob Jung, un estadounidense que trabajó con el Cartel de Medellín y jugó un papel crucial en la importación de cocaína a Estados Unidos durante los años setenta y principios de los ochenta. Esta dualidad en la historia permitió a Depp interpretar a un personaje que oscila entre el antihéroe y el criminal, enriqueciendo la trama de la película. 

Ser un narco es como conducir un auto sin frenos: puedes acelerar hasta alcanzar el éxito, pero tarde o temprano te encontrarás con el inevitable choque. 

El personaje principal de Blow parece vivir dos o tres vidas distintas. Primero se enamora del personaje de Franka Potente, luego se casa con el personaje de Penélope Cruz. Aunque decepciona profundamente a sus padres, ellos permanecen en la trama, reflejando el impacto de sus decisiones en la familia. Más adelante, tiene una hija que despierta en él el deseo de cambiar, pero su vida ya está atrapada en el narcotráfico, incapaz de encontrar otro camino más allá de traficar marihuana y cocaína. 

En la cárcel, lejos de ser un paria, se convierte en una figura admirada. Ofrece dar clases y termina enseñando a otros prisioneros cómo evitar ser atrapados. No por altruismo, sino para impresionarlos y ganar su respeto. 

El personaje interpretado por Depp en Blow llega a la vejez, arrastrando las consecuencias de su vida en el hampa. Hoy en día, el panorama ha cambiado: los nuevos narcotraficantes suelen ser capturados antes de alcanzar los treinta años de edad. Mientras tanto, los capos más emblemáticos, aquellos que alguna vez dominaron el negocio, han sido confinados a pequeñas celdas donde solo tienen derecho a salir una hora al día para tomar el sol. 

¿Qué pasará por la mente de aquellos atrapados y encerrados? ¿Pensarán primero en sus lujos o en su familia? ¿O quizá en el orden inverso? Es difícil adivinar los pensamientos de quienes dedicaron toda su vida a perseguir lo superficial, a un mundo donde las posesiones materiales definían su existencia. 

701, EL MÁS BUSCADO 

Veintitrés horas encerrado, una hora de sol. Así pasa sus días “El Chapo” es el título de un video publicado en el canal oficial de El Financiero Bloomberg en YouTube. En él se destaca lo diminuta que es la celda donde permanece el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien fue capturado por las autoridades mexicanas el 8 de enero de 2016 en un hotel de Los Mochis, Sinaloa. Posteriormente, un jurado en Nueva York lo condenó a cadena perpetua y en la actualidad pasa sus días recluido en la prisión de ADX Florence, en Colorado. 

El Financiero Bloomberg utiliza como portada del video una imagen de Joaquín “El Chapo” Guzmán, donde parece estar al borde del llanto. Esta representación contrasta con la escena final de la película Blow, en la que el protagonista, tras ser capturado definitivamente, es comparado con la fotografía de su contraparte real: un hombre envejecido y demacrado, muy distante del glamur casi publicitario que Johnny Depp proyecta en su interpretación. 

El juez Brian Cogan sentenció a Joaquín “El Chapo” Guzmán a cadena perpetua, más treinta años adicionales por delitos que incluyen participación continua en una empresa criminal, conspiración internacional para la producción y distribución de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana, así como conspiración para importar cocaína. Según un artículo de Milenio, Guzmán Loera fue hallado culpable de traficar toneladas de estas sustancias y de liderar operativos de asesinatos múltiples como jefe del Cártel de Sinaloa. 

Además, Cogan ordenó la incautación de casi 12 mil 700 millones de dólares, cantidad que el gobierno de Estados Unidos estimó como las ganancias generadas por Guzmán Loera entre 1989 y 2014 como líder del cártel, de acuerdo con un artículo de la BBC. 

Según otro artículo de la BBC, tras conocerse la sentencia, Jeffrey Lichtman, abogado de Joaquín “El Chapo” Guzmán, calificó el juicio como una “inquisición” y un “espectáculo mediático”. La orden de permitirle solo una hora de sol al día marcó un antes y un después en su estado emocional, lo que podría explicar el cambio en su semblante, reflejado en la imagen de portada del video de El Financiero Bloomberg

Desde su captura, diversas fuentes han documentado el impacto del aislamiento extremo en su estado físico y mental. Según La Verdad Noticias, el encierro prolongado ha afectado seriamente su salud. La psicóloga criminalista Mónica Ramírez Cano señala que Guzmán Loera enfrenta ansiedad, depresión y problemas de memoria debido a las condiciones de su celda, una reducida área de 2 x 3.5 metros, sin luz natural ni interacción social. Además, familiares y abogados han reportado problemas de sueño, hipertensión y deterioro físico. Los abogados de criminales de alto perfil suelen recurrir a la estrategia de argumentar problemas de salud para modificar las condiciones carcelarias de sus clientes. Las solicitudes van desde traslados a prisiones menos restrictivas hasta el arresto domiciliario, bajo el argumento de que el estado del acusado es incompatible con el régimen penitenciario. Un ejemplo claro fue Harvey Weinstein: meses antes de su arresto se veía en buen estado, pero en su juicio apareció demacrado y con bastón. La cárcel es un lugar al que nadie quiere llegar, por razones que todos entendemos. 

EVALUACIONES 

Al principio de Blow, vemos a George Jung observando cómo su padre (interpretado por Ray Liotta, recordado por Goodfellas) sufre para pagar las cuentas del hogar, sin posibilidad de obtener apoyo de una institución bancaria. Con el tiempo, su carrera como narcotraficante lo eleva hasta cerrar tratos con Pablo Escobar y colaborar directamente en el imperio de la cocaína en Estados Unidos. Los excesos lo hacen perder el rigor y la cautela que marcaron sus inicios, lo que lo lleva a ser encarcelado una y otra vez, solo para salir gracias a hábiles abogados. 

Eventualmente, regresa a casa de sus padres y se enfrenta a una realidad desgarradora: su madre ya no le permite entrar. Johnny Depp logra transmitir con precisión la vulnerabilidad de un hombre que, al inicio, solo buscaba ayudar a su familia, pero terminó convertido en uno de los criminales más buscados. Una paradoja exquisita. 

En el artículo 5 cosas que revela el video completo de la entrevista a “El Chapo”, de CNN en Español, se recuerda el momento en que la figura más emblemática del tráfico de drogas en tiempos recientes grabó un video para responder las preguntas del actor Sean Penn. Además de su trayectoria en Hollywood, Penn ha sido conocido por su activismo político y sus encuentros con líderes de izquierda. En 2011, viajó a Venezuela para reunirse con Hugo Chávez, recorrió barrios populares y discutió la situación del país. 

En el video, Guzmán Loera expresa una visión particular sobre el negocio ilegal de las drogas: “El narcotráfico ya es una cultura que viene de los antepasados… y no nada más en México, esto es a nivel mundial,” afirma. “Es una realidad que las drogas destruyen. Desgraciadamente, donde yo me crié no había otra manera, ni hay, de sobrevivir”. 

Lo que dice “El Chapo” es cierto, pero no es una justificación válida. Menos en un país como México, donde la creatividad para salir adelante genera nuevas ideas cada día, sin descanso, y la mayoría de ellas no tienen relación con el crimen.

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