La Dirección de Ordenamiento Territorial y Urbanismo derribó una barda de 35 metros de longitud que impedía el libre acceso a los vecinos hacia la parte trasera del fraccionamiento Las Trojes, con lo que no podían seguir su camino hacia el ejido La Paz.
El titular de la dependencia, Gustavo Muñoz López dio a conocer que dicha vía está marcada en el Plan Rector de Desarrollo Urbano, por lo que los particulares que levantaron el muro actuaron en contra de las disposiciones violentaron los derechos de libre tránsito de quienes habitan esa zona.
En atención a las quejas de los afectados, quienes pidieron la intervención de la autoridad municipal, inicialmente se estableció contacto con los dueños de una propiedad cercana, quienes fueron los que tomaron la decisión de hacer la barda; en esa primera intervención se les pidió retirarla.
“Se revisó el Registro Público de la Propiedad y procedimos a avisar a quienes la construyeron”, señaló el funcionario, pero en lugar de atender la notificación, estas personas tumbaron la caseta que se encontraba en la parte posterior de Las Trojes, por lo que la autoridad procedió a tirar los 35 metros de barda.
Muñoz López dijo que cuando una empresa está interesada en construir un fraccionamiento debe presentar una declaración unilateral de la voluntad, donde se establecen los pormenores en cuanto a número de viviendas, vialidades, áreas de donación, verdes y de uso común.
La solicitud, con toda la documentación integrada, debe ser aprobada por el área de Urbanismo, la comisión de regidores y el pleno del Cabildo, a sabiendas de que el constructor hará respetar todas las disposiciones establecidas en el reglamento de construcción y los programas rectores.
En este caso, el acceso que brinda conectividad hacia el ejido La Paz está debidamente trazado en el plan rector.
