
Atrapado en los 70’s
Amigos, quienes nos encontramos en la quinta o sexta década de vida y nos sentimos con mucha vitalidad y con ánimos de seguir adelante, hemos sido privilegiados de haber transitado por la década de los setenta en plena flor de nuestra juventud, siendo testigos de la efervescencia musical que inició con los pioneros en varios géneros que fueron evolucionando para llegar al Everest en los setenta.
Sean bienvenidos a esta su columna que, como todos los martes, les trae recuerdos y nostalgia, alguna que otra crítica y a veces recomendaciones.
Se nos están yendo los héroes de nuestra época, cada vez nos quedan menos y cada vez pasa menos tiempo entre una pérdida y otra, estamos siendo testigos de la muerte de toda una generación revolucionaria y de una gran riqueza artística. Estamos siendo testigos de la muerte del rock. Cada vez son menos héroes los que nos quedan, y la mayoría está en los ochenta años o más.
Acaba de fallecer el gran Ozzy Osbourne, a quien muchos consideran el padre del heavy metal, gran admirador en su juventud de “The Beatles”, y llevando una vida de excesos, alcohol y drogas logró catapultar a su grupo Black Sabbath, en lo más alto de la escena rockera de los setenta, sobre todo para aquellos amantes del “rock pesado”, término con el cual se denominaba en español el heavy metal.
Algunos amigos rockeros como mi buen Jesús Aguilera consideran a Ozzy, y en especial al guitarrista Tommy Iommi, como los inventores del heavy metal; sin embargo, hay muchos precursores del género que desde los años sesenta sentaron las bases de lo que finalmente explotaría con bandas setenteras como Black Sabbath.
Pero todo empezó cuando los grupos a finales de los sesenta empezaron a distorsionar los sonidos de las guitarras, a usar amplificadores potentes, baterías y bajo a un ritmo potente, voces con registros altos y estruendosos, los solos de guitarra interpretados con virtuosismo y a una velocidad impresionante.
En los sesenta, ya despuntaban algunos grupos como Deep Purple o Led Zeppelin, dándole forma al género de heavy metal, pero todavía antes que estos, los Beatles y Pink Floyd ya habían puesto la primera piedra con “Helter Skelter” y “The Nile song”, en 1968 y 1969, siendo, para algunos, la primera pieza clave realmente de lo que sería más adelante este género.
En 1969, los Beatles en su álbum Abbey Road publicaron la canción “I Want You (She’s So Heavy)” de más de 8 minutos de duración también haciendo referencia al término.Pero todavía antes que estos gigantes, el grupo Steppenwolf fue realmente el que le dio el término al género en 1967, con la canción de rock clásico: “Born to be Wild”, con su famosa letra: “Me gusta el humo y los relámpagos, el trueno del heavy metal”.
En 1968, el grupo Iron Butterfly lanzó su rolón de larga duración “In-A-Gadda-Da-Vida” que marcó el camino hacia el desarrollo del heavy metal.
Antes de eso, el grupo ya había lanzado en 1968 su álbum debut llamado precisamente: ”Heavy”, siendo realmente los precursores y los que bautizaron el nombre con el que más adelante se conocería al género del heavy metal.
Cabe destacar que, en los sesenta, el grupo Cream con su “White Room” y el grupo The Who, impulsaron a Paul McCartney a componer la canción más ruidosa y estruendosa escuchada hasta entonces: “Helter Skelter”, considerada por muchos como la verdadera madre del Heavy Metal.
Amigos, setenteros, seguimos vivitos y coleando y somos privilegiados de haber sido testigos de la máxima expresión musical: los setenta.
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LA RADIO
En medio de toda esta decadencia musical que estamos experimentando, hace falta una radio para las audiencias adultas que cada vez somos más, la frecuencia está, el repertorio existe, la radio está viva, y hay un nicho descuidado que está ávido de una programación digna para una metrópoli como la nuestra, el rock es infinito y solo hace falta la intención y la creatividad e inventiva para resurgir el concepto.
¡Amigos setenteros nos leemos en la próxima!
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