Grupos o cantantes que tuvieron éxito en los setenta, algunos de ellos inclusive desde los sesenta, pasaron por la experiencia de la música disco y se adaptaron a la moda de esa época, para luego seguir transformándose y prevalecer en la década de los ochenta con un sonido diferente al que tenían originalmente.
Paul McCartney lanzó primero la canción Silly love songs en 1976 en el álbum de su grupo Wings at the Speed of Sound, en respuesta a las críticas de algunos expertos que aseguraban que las canciones de Paul eran demasiado ligeras para un exbeatle, basados en los comentarios de Lennon, quien decía que eran solo “tontas canciones de amor”.
Este tema llegó al número uno de Billboard top 100 y al número dos en UK Singles Chart de Reino Unido.
Otra canción de los Wings con influencias de la música disco: With a little luck, fue incluida en el séptimo álbum de la banda, titulado London Town, lanzado en marzo de 1978 y del cual existen dos versiones, una de 5:45 y otra recortada a 3:13 y que se distinguen por supuesto por el bajo inconfundible de Paul, pero principalmente por el interludio de sintetizadores y piano eléctrico tocados por el propio McCartney, así como por las armonías vocales junto con Laine y Linda. Llegó al número 1 en Billboard top 100, así como al número 5 en la UK Singles Chart.
En 1979, los Wings siguiendo con la onda disco, lanzaron el sencillo Goodnight tonight, una canción bailable que siguió la moda de finales de los setenta y obtuvo el número cinco en Billboard top 100 y en UK Singles Chart.
Otros artistas setenteros con pasado rockero que se tuvieron que adaptar al sonido disco con gran éxito fueron los mismísimos The Rolling Stones, quienes en 1978 lanzaron el álbum Some Girls, donde incluyeron una pieza con un sonido disco, pero sin perder la esencia y el sonido de blues tradicional del grupo.
La canción Miss you fue lanzada previamente como sencillo, incluso existe una versión de 12’ con duración de más de ocho minutos, a la usanza de la mayoría de los éxitos de música disco que eran lanzados en ese formato y tenían una versión extendida donde se repetían partes de la canción, pues bien, los Rolling Stones le entraron con estilo a la música disco. Y es en este trabajo donde también intervienen músicos de estudio ajenos a la banda. Miss you fue el último número uno de la banda en Estados Unidos.
Rod Stewart publicó en 1978 el álbum Blondes Have More Fun, del cual su primer sencillo fue Da Ya Think I’m Sexy?, una rola con un sonido disco muy marcado y en su momento bastante criticada por la prensa especializada por alejarse del sonido rock blues original de Stewart, pero que con el paso de los años ha sido revalorada incluyéndola la revista Rolling Stone en la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos.
El grupo de hard rock y heavy metal Kiss también tuvo alguna incursión en la moda disco con el sencillo: I Was Made for Lovin’ You de su álbum Dynasty, lanzado en 1979, después de casi dos años del grupo sin publicar álbum nuevo; las críticas de la prensa no se dejaron esperar y se lanzaron contra el grupo, también algunos fans de la banda se sintieron decepcionados por este giro tan inesperado. El disco fue lanzado también con un formato 12’ de larga duración que en su cara B incluía Charisma, un tema de Gene Simmons que de igual forma se llegó a escuchar en las pistas de baile.
Es así como los artistas se van adaptando a las modas y gustos según la época. Por supuesto que este tema da para más; artistas como los Bee Gees, con toda su música disco para Saturday Night Fever; David Bowie con sus canciones 1984, de 1974 y Stay, de 1976 así como Let’s Dance de 1983; Blondie con Heart of glass de 1978; la mismísima Electric Light Orchestra con Shine a little love en 1979, en un tema disco; Queen incursionó en la música disco desde su álbum The Game con Another one Bites the Dust, para continuar por ese experimento en su siguiente álbum Hot Space, para decepción de sus seguidores rockeros. Hasta Pink Floyd tomó sutilmente algunos recursos del bajo y el ritmo en Another Brick in the Wall, sin descararse.
Que bueno que esto sucedió en la década de los setenta, porque ya a la distancia nos dimos cuenta de que la música disco no era tan mala, sino todo lo contrario. Tiene elementos musicales muy destacados y brillantes, tanto así que hasta los grandes de la época no se pudieron resistir a sus encantos.
Contacto: [email protected]