Amigos setenteros hoy hablaremos de un tema grabado por la mejor banda de rock del mundo terrenal (recordemos que The Beatles están en otro plano), Pink Floyd.
En 1973, cuando todavía no era la banda famosa que es actualmente, y cuando ya estaba finalizando la onda psicodélica de los sesenta, lanzaron el álbum conceptual “The Dark Side of the Moon”, del cual hay muchísimas anécdotas y curiosidades, entre ellas por ejemplo, que si pones al mismo tiempo la cinta de “El mago de Oz” y el acetato de Pink Floyd están perfectamente sincronizados de principio a fin.
Por lo anterior, los miembros dijeron que es una casualidad. Pues en este álbum, que es el octavo álbum de estudio de la banda, y fue álbum de platino por sus altas ventas, siendo el álbum más vendido de los años 70s, para algunos el mejor álbum de todos los tiempos, la canción “The Great Gig in the Sky”, llamada originalmente “The mortality secuence”, “The religion song” o “Ecclesiastes”, inspirada en la tristeza y la muerte y compuesta por el tecladista del cuarteto en ese tiempo Richard Wright, si usted escucha el álbum se dará cuenta de que cuando termina la canción “Time” ellos dejan un espacio, pero que estaba perfectamente sincronizada con la referida “The Great Gig in the Sky” si la hubieran dejado enlazadas.
La rola empieza con Wright al piano in crescendo, a lo que va agregando capas con su órgano Hammond, hasta que calma la música y empieza un fragmento de un discurso sobre la muerte: “Y no tengo miedo de morir, cualquier momento está bien. No me importa. ¿Por qué debería tener miedo de morir? No hay razón para ello. Tienes que irte en algún momento”, para luego dar paso al momento sublime donde se pone la piel de gallina cuando la cantante Clare Torry empieza su intervención.
Pero vayamos a la intervención de Clare; ella era cantante de cover de Emi, algo usual en esa época, y el ingeniero de sonido de Pink Floyd, Alan Parsons, la recomendó para cantar el tema de Wright. Para ello, la contratan por tres horas por 15 dólares, la citan un domingo, la hacen escuchar el tema tres veces y ella dice: “¡Basta!, empiezo a cantar”, y ella empieza a cantar con palabras improvisadas, a lo que David Gilmour le dice: “No queremos que cantes palabras”, para lo cual ella volvió a escuchar el tema, le sirvieron una cerveza, le dijeron que pensara en algo horrible, en la muerte y cantara.
Cuando termina la sesión, ella, avergonzada y sintiendo el desinterés de los miembros del grupo, se disculpa y se retira pensando que había sido muy repetitiva en su interpretación.
Ella recuerda que no vio mucho entusiasmo entre los integrantes del grupo y la gente de consola y le pagaron 30 dólares por su participación, pero Gilmour quedó impactado, salió a la venta el disco y fue todo un éxito, siendo el álbum más vendido de los 70s y el cuarto álbum más vendido de la historia del rock, la portada es un icono mundial cultural y es considerado el mejor álbum de todos los tiempos.
Finalmente, ella demandó derechos de autor por su composición vocal y ganó la demanda, y hasta la fecha sigue cobrando regalías. Cabe destacar, entre otras cosas, que “The Great Gig in the Sky” es considerada la mejor canción para hacer el amor.
Amigos setenteros, sigue la invitación para que este 24 de mayo a las cinco de la tarde en el atrio de Cuatro Caminos nos acompañen a un concierto acústico donde disfrutaremos de algunos temas setenteros con el grupo GLASS ONION.
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