
Mural en la Plaza Madero de Torreón (EL SIGLO DE TORREÓN / ENRIQUE CASTRUITA)
La artista estira la brocha, la ha unido a una vara de madera. Patricia G. Santiago porta un mandil manchado de colores y se estira lo más que puede; intenta alcanzar el techo de la concha acústica ubicada al centro de la Plaza Madero.
Sobre el suelo hay botes de pintura, una bandeja y hasta una botella de agua para aminorar el calor de un miércoles al mediodía.
La también coordinadora de Artes Visuales en el Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE), pone en marcha el proyecto de un mural efímero junto al artista Israel Fler.
Lo han titulado “Elegía a la Revolución maderista”, se ha trabajado desde hace 15 días y registra un avance del 25 por cierto. Se estima que estará listo para inaugurarse el próximo viernes 4 de julio.
Lo que ahora está plasmado en el techo puede parecer un simple grupo de rayones y manchas de color sin sentido, pero es en realidad la “cama” del mural; es decir, la base que albergará todo el arte pictórico de esta obra dedicada al Padre de la Revolución mexicana.
“La mancha es como la ‘cama’ de la pintura. Aquí estamos poniendo colores primarios cálidos y van a ser las bases del color de la pintura. Estas sirven para dar como una cama de color, para generar diferentes contrastes […] Cada color le va a servir de cama a lo que viene encima”.
El mural, que se realiza sobre una anterior obra del artista Joks, estará dividido en cuatro secciones y cada una de ellas contará con una distinta ofrenda florística; aparecerán gobernadoras, duraznillo, entre otras.
La estructura, que hace recordar a las obras del arquitecto Félix Candela, ofrece un lienzo de concreto de entre 55 y 60 metros cuadrados. Se indicó que en la parte más alta, a través de un proyector, se plasmarán imágenes de la Decena Trágica, además de Madero votando y dirigiéndose al pueblo.
Al tratarse de un mural efímero, la duración de la pintura en buen estado se estima que sea de tres a cuatro años.
Cabe señalar que, como los artistas forman parte del IMCE, no cobran honorarios y el costo de los materiales, mismos con los que ya contaba la dependencia, fue de alrededor de cinco mil pesos.