¿Por qué nos duele tanto recibir un NO?
Dicen que a veces la vida es injusta y que hay momentos donde podemos experimentarla en nuestra propia piel. Es doloroso cuando recibimos una negativa, a todos en algún momento nos ha sucedido y nos hemos sentido fracasados por algo que no se dio; tal vez un proyecto que te hacía mucha ilusión, un nuevo trabajo, cursar unos estudios o hasta un amor. Parece que se nos cae el mundo, pero más que ese mundo exterior es el propio donde llegamos a sufrir, sintiendo enojo, mucha frustración y hasta melancolía.
Si te quedas melancolizando por la sombra de lo que no pudiste alcanzar, ninguna de las cosas que hoy te puedan iluminar te van a dar esa luz, porque esa sombra ocupará tanto espacio que te impedirá ver las nuevas oportunidades y poder vivirlas con gozo y disfrute, por ello hay que aprender a soltar.
Sin soltar nos hace estar en bucle, confundidos y castigándonos con los fastidiosos "hubiera", escenificando una y otra vez en tu mente miles de opciones posibles que nunca fueron, agotando cada gramo de tu energía por seguir mortificándote con aquello que no se dio. Es tu propia batalla, de la cual necesitarás pasar cada una de sus etapas para entregarla, soltarla y seguir.
Cuando consigues desprenderte de eso que te atosigaba diariamente, vuelves. Vuelves al camino correcto y comienzas nuevamente. El destino tiene mucha más fantasía que nosotros y crea caminos donde nosotros seríamos incapaces de hallarlos, y de repente, vuelves a verte en el lugar indicado como verdaderamente merecías, todo con su razón de ser.
Indudablemente todos los noes recibidos en tu vida te dieron sabiduría. De todos los míos adquirí experiencia, perfeccioné y corregí, y sobre todo aprendí a tener más compasión hacia mi persona por mis derrumbes. Aprendí a tener más compromiso conmigo misma y especialmente, a desarrollar mejor mi intuición. Nacieron ideas, hubo inspiración, me fortalecí, me encaminé hacia el lugar que debía estar, y cada uno de mis noes me elevaron a otro grado de conciencia. Y después surgió la verdadera magia de ese viaje malogrado: el entendimiento (sabiduría) y la paz (conciliación) del por qué fue un maldito NO.
En estos episodios de nuestras vidas hay que seguir avanzando, hay que sacudirse el polvo de la caída, lavarse la cara y salir de nuevo para ir atrás de nuestros sueños. Se intentó y se fracasó ¿Perdiste? Y qué… Se hizo con todas las ganas y con eso ya valió la pena.
La ligereza de la vida está en el tamaño de tu gratitud por ella. Vivamos sin cargas, ligeros de todo fracaso vivido y agradeciendo por cada experiencia vivida.
Te invitamos a seguir nuestras redes sociales en Facebook como vibremospositivo, en instagram como @jorge_lpz, @vengavibremospositivo e @lnt_therapy, escríbenos a [email protected]