La noticia de la muerte de Fernando "el Toro" Valenzuela que rápidamente se extendió la tarde del pasado martes sacudió con fuerza a millones de mexicanos que vivimos las hazañas y sufrimos las derrotas del célebre beisbolista sonorense.
Apenas a sus 63 años el popular Fernando se despidió de este mundo rodeado de su esposa Linda, sus hijos Fernando, Ricardo, Linda, María Fernanda y sus siete nietos, víctima de una enfermedad al parecer del hígado que no pudo superar.
"El Toro" se convirtió en un héroe de los mexicanos y los paisanos de California cuando en 1981 a la edad de 20 años vivió como novato una experiencia insólita como lanzador de los Dodgers de Los Ángeles.
Había sido contratado un año antes por un sueldo de 120 mil dólares gracias a que su amigo y buscador de talentos Mike Brito lo descubrió en México cuando Valenzuela jugaba con los Leones de Yucatán, esto fue en 1979 y un año después el mexicano se puso el uniforme de los Dodgers que vistió durante los siguientes diez años.
La temporada de 1981 fue mágica, Fernando la inició con ocho triunfos al hilo, siete de ellos los lanzó completos y cinco los ganó por blanqueada, ponchó además a 68 bateadores y permitió sólo cuatro carreras limpias en 72 entradas para un promedio de 0.50 carreras por cada nueve innings.
Tras esa racha excepcional para un novato, surgió en Los Ángeles y alrededores la famosa "Fernandomanía" que atrapó durante muchos años a los aficionados de Estados Unidos, México y varios países latinoamericanos.
Recordamos que ese año la cadena Televisa comenzó a transmitir los partidos de Valenzuela que narraban con excepcional calidad los cronistas Sony Alarcón y Pedro "El Mago" Septién" al que tiempo después se uniría Toño de Valdés.
La campaña del 81 terminó todavía mejor: Fernando ganó el tercer partido de la Serie Mundial a que los Dodgers conquistaron en seis partidos en contra de Yanquis de Nueva York; se convirtió además en el primer jugador en ganar el premio al Novato del Año y el afamado Cy Young en su primer año en las Ligas Mayores.
Los números de "El Toro" en 1981 fueron de 13 juegos ganados, 7 perdidos, ocho blanqueadas, 180 ponches y un porcentaje de carreras limpias admitidas de 2.48. En su carrera en las grandes ligas acumuló 173 victorias, 153 derrotas y 3.54 de carreras limpias. Su mejor temporada fue en 1986 cuando logró 21 ganados contra 11 descalabros y porcentaje de 3.14.
Su llegada al Salón de la Fama de Cooperstown, Nueva York, se ha demorado porque supuestamente sus números no alcanzan el nivel deseado, sin embargo, pocos beisbolistas como el mexicano han atraído a tantos fanáticos al beisbol gracias a su desempeño profesional y a su contribución excepcional al "rey de los deportes" a nivel mundial.
Hay que reconocer además en Valenzuela una conducta intachable como deportista y persona, no recordamos en su carrera y en su vida privada escándalo de ninguna especie, destacó siempre por su sencillez, bonhomía, su amor a su familia y desde luego al beisbol.
En 1993 cuando jugaba para los Orioles de Baltimore, atrapamos una pelota lanzada por Valenzuela bateada de faul por un jugador de los Medias Rojas de Boston, en el Fenway Park. Al final del partido lo abordamos al salir de los vestidores y con una amabilidad inusitada firmó la esférica que todavía guardamos y platicó largo y tendido con nuestro grupo.
Un buen amigo le llamó en una ocasión del lobby del hotel donde se hospedaba con los Dodgers en Nueva York, Valenzuela contestó desde su habitación y sin protocolos bajó a saludarlo y a tomarse una cerveza.
Así era Fernando, nunca perdió esa humildad que adquirió desde su natal Etchohuaquila, Sonora, siendo el hijo número doce de una familia descendiente de los indios Mayos, siempre mantuvo los pies en la tierra con todo y sus múltiples triunfos y homenajes.
Por cierto, en el 2023, a un año de su muerte, "El Toro" recibió dos reconocimientos muy merecidos y que por extrañas razones se habían demorado. El primero fue el retiro del número 34 del uniforme de los Dodgers y el segundo el rebautizo del estadio de beisbol de Hermosillo que hoy lleva el nombre de Fernando Valenzuela.
Descanse en paz un mexicano extraordinario, sin duda uno de los mejores deportistas en la historia de nuestro país.
NOTICIA FINAL…
Andan desatados los morenistas quienes parecen olvidar que todavía somos un país democrático y como tal hay que respetar y atender las voces de la oposición. La propuesta de una fracción de Morena de legislar para que ninguna ley aprobada en el Congreso pueda estar sujeta a un amparo o ser objetada en otras instancias legales suena a dictadura pura por no decir que a soberbia política.
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