¿Por qué no puedes hacerte cosquillas a ti mismo?
La sensación de cosquillas ha intrigado a científicos y curiosos por igual. A pesar de que muchas personas disfrutan de que otros les hagan cosquillas, la mayoría no puede inducir esa misma risa en sí mismas. Pero, ¿por qué ocurre esto?
¿Qué son las cosquillas?
Las cosquillas son una reacción física que se produce en respuesta a estímulos táctiles suaves en áreas sensibles del cuerpo, como los pies, las axilas o el abdomen.
Este fenómeno provoca una mezcla de risa involuntaria y, a veces, una sensación de incomodidad.
Hay dos tipos de cosquillas: la knismesis y la gargalesis. La primera hace referencia a la reacción del cosquilleo ante una situación de alarma o peligro potencial, mientras que la gargalesis es el estímulo de la risa para fortalecer los vínculos sociales.
¿Por qué no existe el “autocosquilleo”?
Cuando alguien más nos hace cosquillas, nuestro cerebro recibe una señal inesperada que no puede anticipar, lo que provoca una respuesta de risa.
Sin embargo, cuando intentamos hacernos cosquillas, nuestro cerebro ya ha anticipado la sensación, de ahí la imposibilidad de hacernos cosquillas a nosotros mismos.
Es decir, tu cerebro sabe los movimientos que hace tu cuerpo y las sensaciones que causa, si tratas de “autocosquillearte” tu cerebro sabrá que los dedos que te están tocando son los tuyos y eso reduce la respuesta sensorial.
Además, las cosquillas suelen implicar una conexión social, ya que la risa que provocan también está relacionada con la interacción con otros. Esta experiencia compartida contribuye a fortalecer vínculos y a liberar endorfinas, que son hormonas que generan bienestar.
Algunos estudios han sugerido que la risa provocada por las cosquillas puede tener beneficios para la salud, como la reducción del estrés y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Sin embargo, la respuesta emocional varía de persona a persona, y factores como la sensibilidad individual y el contexto social pueden influir en cómo se experimenta esta peculiar sensación.