LA COMPETENCIA ES BUENA, PERO..
Me duele decirlo, pero el enemigo número uno de los veterinarios que nos dedicamos a las pequeñas especies, es el mismo veterinario "De pequeñas especies". Debido a la cantidad considerable de nuevos consultorios veterinarios ha ocasionado una competencia hasta cierto punto desleal, hay quienes para ganarse a un cliente recurre a la falta de ética profesional, y no a la preparación académica como debería de ser.
Desafortunadamente quien sale perjudicada en primer lugar es la mascota, para quedarse con el nuevo cliente, inventa una enfermedad con tal de hacer quedar mal al veterinario anterior, aunque el tratamiento que se le este administrando sea el correcto, en segundo lugar el dueño de la mascota es el perjudicado, lo hacen desembolsar una cantidad considerable al hospitalizar a su perro y realizar estudios innecesarios, y en tercer lugar es nuestra profesión la dañada, tarde o temprano se dará cuenta del engaño logrando hacer que el propietario se quede con una mala impresión de nuestro gremio.
Es válido consultar una segunda opinión cuando su perro no muestra mejoría, o tenga alguna duda sobre la enfermedad o el tratamiento a seguir, incluso un profesionista ético le dará esa opción a seguir.
Dentro de nuestra especialidad de las pequeñas especies hay docenas de subespecialidades como, oftalmología, dermatología, gastroenterología, cardiología, etc. y es imposible abarcar todos los ramos de la medicina veterinaria.
Recuerde que lo barato sale caro, un especialista tendrá más elevado sus honorarios que un pasante, y no quiero hacer menos a mis colegas recién egresados pues yo fui también uno de ellos.
La especialidad, los congresos, los cursos y el equipo de trabajo cuesta tiempo, dinero y esfuerzo. Al consultar un especialista, tendrá la certeza de que su mascota está en buenas manos, él le dirá exactamente la enfermedad que padece y el tratamiento adecuado.
Quien no cuenta con la especialidad, la consulta será más barata, pero gastará más en tratamientos equivocados y lamentablemente cuando lo lleve con el especialista, será demasiado tarde.
No dude en preguntar al veterinario que visita por primera vez, sobre estudios de post grado, recuerde que "papelito habla". Existen consultorios veterinarios en nuestra ciudad que no cuentan con un médico veterinario titulado, menos con un especialista certificado por el Consejo Nacional de educación de la Medicina Veterinaria en perros y gatos, pues para obtener esa distinción deberán de presentar y aprobar un examen a nivel nacional.
Existen también especialistas con diplomado en Medicina, Cirugía y Zootecnia en perros y gatos egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la cual los colegas tuvieron que haber cursado mínimo durante un año y haber aprobado quince módulos con exámenes de las diferentes especialidades, donde el requisito para ingreso es el de acreditar tres años de experiencia en el área de pequeñas especies, tener una clínica o trabajar en una clínica establecida, pagar el curso y contar con cédula profesional.
La próxima vez que su veterinario hable mal de un colega dude de él. Un profesionista ético solo le dirá que el tratamiento no ha dado resultado hasta el momento y habrá que cambiar de medicamento y no querrá saber el nombre de quien lo atendía anteriormente.
Otros pedirán la autorización del médico anterior para atender a su mascota, hay quienes le dirán que es cuestión de tiempo, continúen con el tratamiento y con su médico veterinario anterior.
Cuando tenga duda en consultar a un veterinario, verifique si se encuentra dentro de una asociación de especialistas, estas cuentan con estatutos y normas de ética profesional, y lo más importante es que se encuentran actualizados.
"La competencia es buena, pero un especialista ético.. Es Mejor".
