México. (ARCHIVO)
En los últimos años, marcadamente durante la pandemia de covid-19 han circulado en redes sociales desde memes a declaraciones sobre la ruptura del norte de México con el resto del país, en una expresión separatista.
La República del Río Grande
Como describiera en entrevista hace unas semanas la Doctora en Historia Latinoamericana Sonia Hernández, en el norte de México la identidad se fue construyendo más por regiones o localidades que a partir de un país o gobierno, de ahí surgiría Texas.
Y es que durante buena parte del siglo XIX, una vez lograda la Independencia, los estados del norte debieron enfrentar con limitado apoyo del centro los asaltos de las naciones indoamericanas de los apaches y comanches.
Es en esa misma época que en reclamo al Centralismo y las constantes disputas armadas desplegadas desde la Ciudad de México, que comenzaron a circular en Texas y Estados Unidos comentarios de un supuesto separatismo en el norte de México, conocido como República del Norte o del Río Grande.
El paper La supuesta República del Río Grande, publicado por el Colegio de México en 1986 de la investigadora Josefina Zoraida Vázquez describe que el movimiento secesionista fue una serie de revueltas entre 1839-1840 para obligar al gobierno mexicano a volver al modelo federal, impulsado por militares en Tamaulipas que extendieron su campaña a los estados de Nuevo León, Coahuila e intentaron incluir a Zacatecas, San Luis Potosí y Durango.
El gobierno central mexicano en lugar de otorgarles concesiones enfocó una campaña militar a los esfuerzos federalistas, considerando que estaban en acuerdo con los texanos, y en lugar de intentar recuperar el territorio secesionista los combatieron.
Una de las propuestas enviadas a un diario texano, señalaba que Texas (ya independiente) debía apoyar el movimiento federalista y permitir que los estados de Tamaulipas, Zacatecas, Durango, Sonora, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Nuevo México, Alta California y Baja California formarán una nueva república que serviría de barrera con los Estados Unidos.
Rompimiento con el gobierno federal
Décadas más tarde, la Alianza Federalista, una asociación de gobernadores primero del norte de México y luego de otros estados insistió en buscar abandonar el Pacto Fiscal.
Con el ejemplo de lo dicho por el entonces senador y actual gobernador de Nuevo León, Samuel García, sobre las diferencias entre las regiones de México.
“En México en el norte trabajamos, en el centro administran y en el sur descansan”.
Estos comentarios forman parte de una historia de balcanización, que algunos académicos han planteado, se refiere a la “desmembración de un Estado en unidades pequeñas enfrentadas entre sí y homogéneas étnicamente”.
Este concepto nació a principios del siglo XX, según el portal informativo El Orden Mundial, con la desintegración del Imperio otomano y la creación de nuevos países en la región europea de los Balcanes.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, estos países se constituyeron como una república federal socialista, distanciada de la Unión Soviética y sus aliados, bajo el nombre de Yugoslavia y gobernados por el líder unificador Josip Broz Tito, quien tras su muerte en 1980 despertó tensiones étnicas, culturales, políticas y religiosas que derivaron en las guerras yugoslavas a finales del siglo XX las cuales terminaron por dividir a la nación en repúblicas independientes que hasta el día de hoy vienen periodos de tensión.
