Desde un punto de vista muy elemental, podríamos decir que la música está compuesta por tres elementos fundamentales: el ritmo, la melodía y la armonía.
Sin tratar de sonar muy enciclopedistas podríamos decir que el ritmo es la forma en la que se organizan los sonidos en el tiempo dando la idea de orden. Por su parte de la melodía es la consecución de notas generando una idea musical. Pensemos que una frase es al idioma, como melodía es a la música. Finalmente. la armonía es esa condición en la dos o más partes diferentes pueden convivir en equilibrio generando un estado de belleza.
Así las cosas, podemos encontrar música con una base rítmica muy intensa, la cual normalmente nos lleva a estados alterados de conciencia conectados fundamentalmente con las extremidades inferiores. La melodía, aparte de contener un ritmo, presenta una idea que posee una carga emocional que impacta el sistema límbico en el ser humano. La armonía conlleva ritmo y melodía, pero siendo su característica esencial, la simultaneidad, puede alcanzar importantes niveles de complejidad.
Un bello ejemplo de ello es la Sonata a Trío. Este género es una forma musical típica del período Barroco y probablemente el género instrumental más popular entre los siglos XVII y el XVIII. Ésta es una forma musical compuesta por dos instrumentos solistas portadores cada uno de ellos de una melodía, y un tercero llamado bajo continuo, que funge de acompañamiento. Es como tener a dos contertulios o comentadores con opiniones diversas y teniendo a un tercero tratando de reforzar lo que se dice, manteniendo siempre un estado de total imparcialidad. Los solistas debían "conversar", y ello implicaba escucharse cuidando aumentos y disminuciones de volumen. Las frases no debían ser tan ornamentadas, pues el objetivo era lucir en pareja no en lo individual. Curiosamente, el Bajo Continuo podía estar integrado por 2 instrumentos: Uno melódico como el cello o la viola da Gamba y uno armónico, como el clavecín, la guitarra, el laúd, el órgano o la tiorba.
Esa es la razón por la que la Sonata a Trío, sea comúnmente tocada con 4 instrumentos. Entre los exponentes más importantes de la Sonata a Trío podemos nombrar a: Händel, J.S. Bach, Jacques Hotteterre, Dietrich Buxtehude, J.B. de Boismortier y Arcangelo Corelli. La Sonata a Trio gozó de tremenda popularidad por dos razones fundamentales: Por un lado, es música muy rica en armonía y estructura, pero sin la demanda de altos niveles de interpretación técnica.
Así, muchos músicos diletantes podían interpretarlas perfectamente generando ambientes de delicada belleza y refinamiento. El Style Galant o estilo galante, propio de la primera mitad del siglo XVIII, hizo de la música de cámara el género predilecto, y la sonata a trío fue con mucho la más gustada.
A finales del XVIII, la percepción de belleza cambia y ahora se tendía a organizar el material en forma sonata. El Sonata a Trío se convirtió en trío -ahora sí de 3-, y su lugar hegemónico lo cedió al Cuarteto Clásico. La Sonata a Trío nos enseñó que es posible pensar y opinar libremente dejando hablar al otro, escuchando al otro, uniendo emoción y razón construyendo juntos un estado estético, bello y trascendente.
Música en un Suspiro.