Cientos de migrantes han permanecido entre las calles de Santa Rosa, en espera de un tren que los pueda llevar a la frontera y así cruzar hacia los Estados Unidos.
Cientos de migrantes procedentes de centro y Sudamérica e incluso de África, quedaron varados en Gómez Palacio ante la presencia de un fuerte dispositivo encabezado por personal del Instituto Nacional de Migración, acompañado por elementos de la Sedena, Guardia Nacional y Policía Municipal.
Hombres, mujeres y niños de todas las edades, de Venezuela, Honduras, Ecuador, Brasil, Colombia, Panamá, Guatemala, y hasta de Angola, quedaron dispersos en los alrededores de la colonia Santa Rosa de esta ciudad, muy cercanos a las vías del ferrocarril, en espera de poder subir a un tren que los lleve a la frontera con Estados Unidos.
En el lugar, justo del otro lado de las vías del tren, se apostaron elementos del INM, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Guardia Nacional y de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, resguardando el área.
Incluso por la tarde del mismo martes, montaron una carpa para protegerse del intenso calor que azotó en la región.
De acuerdo con Antonio, un migrante venezolano que salió de casa el 1 de febrero, se encuentran varados desde el fin de semana, tiempo en el que han pernoctado en las calles y banquetas de este sector, en donde se han topado con la generosidad de los vecinos, aunque también algunos los han echado prácticamente.
Y es que durante ese tiempo, personal del INM ha permanecido en el sitio con una unidad tipo Van, a fin de evitar de que suban al tren.
BAJO EL SOL
Por la tarde, cientos de migrantes lograron subir a varios vagones de un tren que presuntamente se dirigía a Ciudad Juárez, Chihuahua.
Pese a la presencia del personal de Migración y de los elementos de seguridad, familias completas subieron a la parte alta de los vagones tipo tolva, los cuales son aún más riesgos al no contar con ningún tipo de protección.
Por más de cuatro horas permanecieron en los vagones, con la esperanza de que en cualquier momento se pusiera en marcha.
Al lugar, laguneros comenzaron a llegar para entregarles algo de comida, así como agua, sobre todo para los menores.
De pronto, un "pitazo" de que el tren que llegó y paró su marcha justo a un costado en el que se encontraban, era el que se dirigía a Ciudad Juárez, provocó que bajaran de forma casi inmediata para subir a él, con la esperanza de llegar a la frontera.
SIN RETORNO
Migrantes como Antonio, prefieren que los regresen hasta su país de origen y no a otro estado dentro de México, "para mi no es opción", incluso dijo que prefería que le pegaran un tiro antes de ser enviado al sur del país.
"En Monterrey nos agarró Migración y nos regresó otra vez a Villahermosa... no nos sacan de México, de ahí tiene uno que sacar plata de donde sea para volver a subir", dijo Antonio con tristeza.
Los cientos de migrantes solo piden que las autoridades mexicanas les permitan continuar con su viaje, ya que entre sus planes no está el quedarse en México.
