Reza el dicho popular que "mal empieza la semana aquel que ahorcan el lunes". El refrán es aplicable a Naranjeros de Hermosillo, club que representa este año a México en la Serie del Caribe (SC), por haberse coronado campeón de la temporada 2023-2024 de la Liga Mexicana del Pacífico.
Mal iniciaron los Naranjeros la SC al perder su primer desafío el mismo día de la apertura ante el equipo de Curazao, y tener a continuación dos descalabros más. Aunque luego vino el triunfo del domingo ante República Dominicana, lo cual da un respiro, pero las cosas se ven de plano complicadas; sin desconocer, desde luego, que en el beisbol todo puede pasar. Mejor vayamos a otro tema.
Los 90 pies entre base y base
El buen aficionado al beisbol sabe que en el terreno de juego la distancia entre una y la siguiente base es de 90 pies. Pero tal vez nunca se ha preguntado qué podría suceder si esa distancia fuere de 88-89 o de 91-92 pies.
En el primer caso, es muy probable que un buen número de rolas al cuadro, en especial por el rumbo de la tercera base o de las paradas cortas, terminarían convirtiéndose en hit cuando se trate aun de bateadores medianamente veloces. Y por el contrario, quizá no pocos batazos de los que recoge el jardinero derecho, si el tramo entre el home y la primera base fuese de 91 ó 92 pies, terminarían siendo out. Pero como la distancia es de 90 pies, es muy remoto que eso ocurra, como bien lo sabe el aficionado.
Los datos y comparaciones anteriores demuestran que el diseño del terreno de juego del deporte rey guarda armonía, exactitud y perfección.Otras consecuencias serían, en el caso de uno o dos pies menos entre colchoneta y colchoneta, que se registrarían más robos de base, en especial de la segunda almohadilla, y habría más jugadas exitosas de pisar y correr.
Y si la distancia fuere superior a los 90 pies reglamentarios, muy probablemente sucedería lo contrario. Es decir, habría menos robos de base y haría muy difícil la realización del famoso "pisa y corre". En otras palabras, el desarrollo del juego sería un tanto diferente a como hoy lo conocemos. Y no precisamente para bien.
También el buen aficionado a la pelota sabe que la distancia entre la placa del pitcher en la loma de los disparos y el home es de 60 pies y 6 pulgadas. Pero lo de las 6 pulgadas ya no resulta fácil de explicar a qué obedece y qué sucedería si se suprimieran. Esta cuestión la veremos después, en otra Peña.