En la última década, no menos de treinta jóvenes nacidos en la República Dominicana han llegado cada año a debutar como peloteros en algún equipo de Grandes Ligas de los Estados Unidos. Así, el año pasado, 2023, fueron 33 los debutantes dominicanos, 36 en 2022 y 35 en 2021. El año 2017 fue el que registró la mayor cifra, pues fueron 38 los debutantes quisqueyanos y el de 2019, el previo a la pandemia, el de menor número, ya que no llegó a 30.
Ningún otro país latinoamericano aporta cada año más jugadores que visten por primera vez el uniforme de algún equipo del mejor beisbol del mundo, que la República Dominicana. Esto ha venido ocurriendo desde hace seis décadas, cuando este país desplazó a Cuba como principal proveedor extranjero de jugadores de Grandes Ligas.
El desplazamiento de Cuba obedeció a la política adoptada por el gobierno de ese país, a partir del arribo al poder del castrismo, que prohibió en la isla la práctica del deporte profesional, de cualquier deporte, lo cual fue una mera ficción, así como tampoco permitió durante décadas que beisbolistas talentosos fueran a jugar a otros países. A pesar de esta draconiana restricción algunos cubanos, lamentablemente muy pocos, enfrentando enormes riesgos, incluido el de perder la vida, lograron escapar de su país para convertirse en grandes estrellas del beisbol.
Aunque también llegan cada año al mejor beisbol del mundo, donde el salario mínimo por temporada de seis meses es de 700 mil dólares, que ordinariamente es el asignado a los jugadores novatos, también llegan -decía- peloteros procedentes de Venezuela, Puerto Rico, México, Curazao, Colombia y Panamá, así como esporádicamente de Nicaragua, Brasil, Honduras y otros países, ¿por qué la República Dominicana se ha convertido en el más importante semillero de Grandes Ligas?
Básicamente porque en ese país se han instalado y funcionan academias de beisbol, pero academias bien montadas y que operan de manera verdaderamente profesional. ¿Cuántas academias hay en ese país? Hay treinta, es decir, cada equipo de MLB cuenta con una. Y también las hay de equipos de las ligas japonesas.
Las Grandes Ligas definen a esas academias como "centros especializados para los jugadores recién firmados [previamente seleccionados al detectar que tienen facultades]. Su objetivo es proveer un ambiente donde el jugador desarrolle sus talentos, aprenda a socializarse y reciba una alimentación adecuada", así como realizar "también programas educativos, talleres y charlas de crecimiento".
Estas academias requieren de cuantiosas inversiones en inmuebles y equipo, así como altos presupuestos para su funcionamiento ordinario. Pero son rentables.
En nuestro país el actual gobierno creó un programa deportivo denominado Probeis, uno de cuyos principales objetivos se hizo en consistir en preparar jóvenes mexicanos talentosos para Grandes Ligas. Llegará el momento de evaluar la rentabilidad y correcta aplicación del gasto público destinado a financiar este programa. Ya llegará el momento.
