Inseguridad. (ARCHIVO)
El pasado jueves 25 de julio, el gobierno de México fue informado sobre la captura en Estados Unidos de dos de los capos más importantes del Cártel de Sinaloa.
El Departamento de Justicia anunció que tenía bajo custodia al histórico capo Ismael “El Mayo Zambada García y a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Si bien hasta ahora el gobierno de López Obrador no ha obtenido un informe detallado sobre la captura, de la que se ha reportado fue una entrega por parte de “Los Chapitos” de “El Mayo”, quien con 76 años, ha presentado problemas de salud, pero con ayuda de sus conexiones había logrado pasar más de 40 años como líder en el mundo del narcotráfico sin ser detenido, lo que ha generado incertidumbre del futuro.
Al día siguiente de su captura, expertos consultados por la agencia de noticias AP declararon que al desaparecer “El Mayo” del escenario podría darse una guerra interna por el control del Cártel de Sinaloa y se impondrían “las técnicas más violentas que ejercen los narcos más jóvenes”.
La académica Vanda Felbab-Brown dijo “es malo para México, malo para Estados Unidos y existe la posibilidad de que el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) incremente su poder”.
Y si bien el gobierno reforzó de inmediato la seguridad en Sinaloa con el envío de 200 miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército,
¿Cuáles han sido los efectos de la captura en la violencia que afecta a México?
Especialistas consultados por el diario El País plantearon el mismo escenario posible que Felbab-Brown al señalar que podría desatarse una guerra interna por el control de la facción dirigida por “El Mayo” y con el CJNG que estaría aprovechando la supuesta “debilidad” de sus rivales.
Quedando abierta la posibilidad de que los otros dos hijos de “El Chapo” que siguen libres, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo busquen más poder dentro del Cártel.
Sumado a zonas de interés como Zacatecas, Jalisco y El Bajío se vuelvan terrenos de disputa con otras bandas para proteger el triángulo dorado, como Durango que se encuentra en un “estado de paz” y el caso de Chihuahua, donde socios de “El Mayo” recibieron armas y dinero para luchar contra el Cártel de Juárez y sin un liderazgo podrían fragmentarse.
Cinco días más tarde de la captura, el presidente López Obrador declaró en su conferencia “mañanera” que en Sinaloa no había aumentado la violencia y aseguró que informaría si se presentaban enfrentamientos.
Sinaloa y Sonora, estados clave
Mientras tanto, el día de la captura de los capos se registró el asesinato del diputado federal electo Héctor Melesio Cuén, durante un presunto intento de robo de la camioneta donde viajaba.
Cuén Ojeda presuntamente iba a reunirse con “El Mayo” Zambada, según el medio CrashOut.
A eso se sumó fue la profanación a la capilla familiar de Dámaso Nuñez, según reportaron medios locales.
Aunque sin definirse los delitos cometidos por día, Sinaloa cerró julio con 53 homicidios, uno de los meses con más homicidios del 2024, según datos de la Fiscalía General de Sinaloa.
El diario Excélsior reportó que entre junio y julio la pugna entre facciones del Cártel de Sinaloa se había recrudecido con homicidios y desapariciones luego de las elecciones.
En cuanto a lo relativo a “El Mayo”, el gobernador Alfonso Durazo declaró que se tenía una alerta, pero no había indicios de una “reubicación, enfrentamiento de organizaciones criminales”.
Tráfico de drogas
En cuanto al tráfico de drogas hacia Estados Unidos, la organización Insight Crime apuntó que el flujo de drogas sintéticas como el fentanilo ha permitido que las operaciones sean más descentralizadas, reduciendo la importancia de “jugadores” individuales como el Cártel de Sinaloa.