Cuauhtémoc Cárdenas, 1988
Si bien Xóchitl Gálvez llamó a Claudia Sheinbaum la noche del 2 de junio para reconocer su triunfo electoral, Marko Cortés, presidente del Partido Acción Nacional, ha declarado que promoverá una impugnación porque el PREP fue manipulado, hay casillas que no reportan un solo voto para el PAN, casillas zapato sin ningún voto para la oposición y casillas con más votos que electores. Fue una "elección de Estado", dijo. "Reconocemos que los resultados del PREP no nos favorecen, pero también denunciamos que no fue una contienda ni limpia ni legítima, que la cancha nunca estuvo pareja".
El presidente, es cierto, intervino a lo largo del proceso, incluso antes, porque lo adelantó al lanzar a sus corcholatas en 2021. Las autoridades electorales le decretaron más de 50 medidas cautelares, a las que les hizo poco o ningún caso. En otros países democráticos, sin embargo, nadie se inquieta por la participación de los gobernantes en procesos electorales: es natural que los políticos hagan política.
Irregularidades en las actas hay muchas, como siempre. En México los ciudadanos cuentan los votos y llenan las actas, aunque no sepan hacerlo bien. En el conteo distrital hay la oportunidad de corregir errores y tomar en cuenta quejas de partidos y candidatos. Se está haciendo un recuento de 67 por ciento de las urnas en la elección presidencial y 70 por ciento en las legislativas. Muchas discrepancias pueden arreglarse allí. Quizá haya manipulaciones de mala fe, pero no hay indicios de un fraude sistemático.
Ciro Murayama, ese exconsejero electoral tan odiado por el presidente, explicaba en X: "1) El sufragio depositado en las urnas se contó bien. No hay fraude. 2) Las inconsistencias son menores, habituales y corregibles. 3) Pero el proceso electoral no fue equitativo. 4) El riesgo es el de la sobrerrepresentación". El actual consejero Uuk-Kib Espadas dijo ayer que hay "una campaña malintencionada de desprestigio" contra el INE por un supuesto fraude: "Se hacen todo tipo de especulaciones sobre cómo el PREP ha sido asaltado. Eso me recuerda las fantasías de 2006".
La sobrerrepresentación ha vuelto a cobrar una injusta factura. En la votación para diputados, Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo tuvieron juntos 54 por ciento de los votos, pero 72 por ciento de los diputados. El PAN, el PRI y el PRD lograron 31 por ciento de los sufragios contra solo 22 por ciento de los diputados. Es injusto, pero legal. Nuestro sistema electoral permite una sobrerrepresentación legislativa de hasta 8 por ciento por partido.
Muchos pensadores políticos, desde Giovanni Sartori hasta José Woldenberg, han denunciado la sobrerrepresentación. Consideran que debe haber una representación proporcional pura en el Congreso. Yo estoy de acuerdo. En este momento, sin embargo, López Obrador ha dicho que quiere cambiar el sistema, pero para eliminar a los legisladores de representación proporcional, lo cual sería un doloroso retroceso político. Lo peor es que la virtual presidenta electa ha avalado esa reforma, que abultaría el margen de sobrerrepresentación y dejaría sin voz a las minorías.
Murayama tiene razón: no hay señales de fraude, pero tampoco las hubo en 2006. El presidente sí intervino de manera indebida, pero el triunfo de Sheinbaum es contundente. Coincido en que debemos revisar la ley electoral, pero para fortalecer, no para eliminar, la representación proporcional. Debemos aceptar esa vieja exigencia de la izquierda: construir un sistema de representación proporcional pura que refleje fielmente el voto de los ciudadanos.
JUAN RAMÓN
Es positiva la selección de Juan Ramón de la Fuente como coordinador del equipo de transición de Sheinbaum. El exembajador en la ONU cree en el diálogo y la tolerancia, mientras que otros miembros del equipo de Claudia han descalificado a la oposición como clasista, racista y corrupta.
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