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La posibilidad de lo inverosímil

JOSÉ LUIS HERRERA ARCE.-

¿Cómo es posible que una religión, cuyo principio se basa en el amor a Dios y el amor al prójimo, se haya convertido en defensora acérrima de sistemas sociales conservadores que defendían la explotación del hombre por el hombre? El examen era claro: Venid benditos de mi padre porque tuve hambre y me diste de comer, etc.; la metáfora, lo mismo: La repartición de los panes y de los peces; otras tantas referencias que poseen el mismo sentido. ¿Cómo se pudo abalar que unos cuantos, bajo el pretexto de la conversión, pudieran esclavizar a otros por míseros fines económicos?

Los que protestaron contra ella no se quedaron atrás. Cuando los campesinos acudieron a Lutero para liberarse de los terratenientes alemanes, éste les dijo que tenían que aceptar la sumisión; tampoco se puede negar que los grupos religiosos que llegaron a norte américa en busca de la libertad, acabaron con as tribus indígenas que habitaban en esos lugares o las metieron a las reservaciones. Genocidio, se le llamaría ahora.

¿Cómo es posible, también, que ideologías que se pensaban defenderían los derechos de los trabajadores o de los más pobres, cuando obtuvieron el poder, se convirtieron en estados represores? Algunos masacraron a sus propios ciudadanos o traicionaron a quienes junto a ellos, lograron la victoria.

¿Cómo es posible que los grupos humanos sigan siendo extremistas, cuando la experiencia histórica nos ha enseñado que la verdad no se encuentra en ninguna parte, sino al contrario, cuando uno se aferra a un solo puno de vista, significa el retroceso?

¿Cómo es posible que nos dejemos engañar tan fácilmente?

Izquierda y derecha juega con el género humano, como si fuéramos una pelota de ping pong. A pesar de los constantes fracasos, de una y otra parte, nos dejamos manejar. La guerra fría fue el constante terror de que se desatara una guerra nuclear irresponsable. ¿Nos estaremos acercando a ella? La guerra en Ucrania, La guerra en Israel, los estados que insisten en tener la bomba maldita, aunque tenga que sacrificar a su pueblo. Otros estados, ante el fracaso contundente de su sistema económico, persiste en lo mismo. El pueblo no está compuesto de seres humanos con sus múltiples necesidades, se convirtió en masa, manejable, dúctil, que debe de pensar como el amo, ahora se le llama líder, piensa. Si antes, la iglesia especificaba lo que era el bien y el mal, ahora es el dictador quien lo hace. Quien está contra él, sea reo de muerte.

Vivimos en los peores momentos; la sociedad se está dividiendo en fundamentalismo. Ya no es una sola la inquisición; ahora son diversas: CIA o KGB o como se llamen los diferentes sistemas. Están al acecho de los hombres que se atreven a pensar diferente y a expresarlo en público. Muchos desconocen lo que le pasó al escritor de versos satánicos. Muchos otros han corrido la misma suerte por diferir del pensamiento de las oligarquías de izquierda o de derecha.

Y sin embargo, la tierra se mueve.

Aquellos que han sufrido la persecución, ahora son piezas importantes en la cultura de la humanidad. Sócrates tuvo que beberse la cicuta y es la piedra fundamental de la cultura grecolatina. Cristo fue crucificado. Muchos fueron los perseguidos por diferentes circunstancias; y sin embargo, ahí está su obra.

Los fundamentalismos no llevan a ninguna parte. La edad media fue el atraso de la humanidad por atreverse a no pensar, quedarse con una sola de las verdades, las de la fe, eliminando otras que no se generaban en sus sistemas. Tenemos que recordar que occidente llegó a perder la influencia de los griegos y sólo la recupero al final de la edad media, gracias a los musulmanes, sus enemigos acérrimos desde las cruzadas. ¿Santo Tomás sin Aristóteles?

En sociedades abiertas, puede haber esperanza de progreso. Donde fluye la polémica, lo hace el pensamiento. Las pequeñas verdades se ponen a prueba. Se van a desechar aquellas que no funcionan para seguir buscando caminos que perfeccionen nuestra manera de vivir.

Ni la eglesia fue solución, ni el liberalismo fue solución, ni el positivismo, ni el racionalismo, ni el anarquismo ni el fascismo, ni el capitalismo, ni el socialismo y el comunismo no existe en ninguna parte.

La tierra se mueve. Que nadie impida tu derecho a decirlo.

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