El Plan Nacional de Desarrollo 2024-2030 Presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum incluye como elemento estratégico un Plan Nacional Hídrico (PNH) que en mi opinión reúne todos los elementos para enfrentar las crisis que año con año sufre nuestro país, ahora exacerbadas por el cambio climático, pero que también es considerado en el PNH en las etapas de mitigación y adaptación al mismo. Mucho trabajo, recursos económicos y humanos y una mano firme serán necesarios para llevar a buen puerto lo que se propone.
De entrada, el Plan reconoce los principales problemas actuales del agua en México, en cada uno de los cuales tenemos como región una importante participación: somos parte de los 35 millones de personas que no tienen agua en cantidad y calidad suficiente, vivimos en una de las cuencas que tienen problemas de disponibilidad y en donde sus acuíferos se encuentran sobreexplotados y contaminados, en nuestra región también se ha presentado una gran disminución del agua per cápita. Asimismo, en nuestra Comarca no sólo no hay una recarga adecuada de los acuíferos, se teme que ya no exista dicha recarga.
Respecto a las aguas residuales regionales existe una gran ambigüedad respecto a la capacidad instalada para su tratamiento y en algunos sitios del antiguo cauce del Nazas continúa vertiéndose aguas residuales. En nuestro territorio existe una gran inequidad en la distribución del agua no sólo entre los diferentes grupos sociales sin duda la mayor evidencia de dicha inequidad se encuentra entre el sector agrícola y el sector urbano, la mayor parte del agua disponible se usa en el sector agroganadero afectando severamente la disponibilidad para la población. Y, finalmente, además de estar concesionada toda el agua disponible del subsuelo y de las presas el uso ilegal ocurre. Todos estos problemas los expone el Plan con bastante claridad.
Es importante aclarar que en el diagnóstico que se hace en el PNH, nuestra cuenca no es considerada como una cuenca con déficit, sin embargo, a la luz del PNH si podemos afirmar que el uso del agua en nuestra Cuenca no sólo ha sido ineficiente e ilegal también es un claro ejemplo del deterioro cuantitativo y cualitativo del agua en cuencas y acuíferos.
Esto dice el PNH: el incremento de las extracciones de agua de cuencas y acuíferos del país ha ocasionado un aumento significativo del grado de presión sobre el recurso (proporción del agua renovable que es extraída para diferentes usos consuntivos) particularmente en las zonas centro y norte del país. El uso eficiente del agua no necesariamente evita la presión a la que hace referencia el PNH.
Por lo menos esto no ocurre en el caso del agua subterránea ya que si bien la producción se incrementa, este incremento se debe a que el agua que se ahorra con el uso de tecnologías avanzadas de riego, en lugar de dejarse en el acuífero, se usa en la ampliación de nuevas áreas de cultivo, por eso es mayor la producción. Si desde que se empezó la tecnificación del riego con los grandes usuarios del agua se hubiera dejado en el acuífero el agua ahorrada, ahora mismo estaríamos probablemente usando en la urbe y en la producción agrícola el agua ahorrada, sin tocar el capital natural. Pero no fue así y nos alcanzó la realidad: el agua escasea y la que hay debido a su contaminación por arsénico y pesticidas sólo está disponible parcialmente para la población.
Sin embargo, el PNH está orientando su esfuerzo al uso eficiente del agua superficial, en este caso, será fácil de medir el ahorro del agua porque quedará en las presas.
Es importante acotar que, de ninguna manera, la eficiencia en el uso del agua se debe tomar como sinónimo de uso sostenible, cuando mucho se aproxima a una de las dimensiones de ésta la económica, si se quiere hablar de sostenibilidad del agua entonces se tendría que agregar la dimensión ecológica y la dimensión social. Y es precisamente en la primera en donde se ubica uno de los objetivos del Plan, entre muchos otros: Recuperar nuestros acuíferos y evitar su deterioro y degradación.
El PNH incluye algunas innovaciones que no tienen respaldo en la actual Ley de Aguas Nacionales, Por eso es importante, considerar una nueva Ley más ad hoc al Plan Nacional Hídrico.